El mandatario ecuatoriano, Lenín Morneo, entregará este lunes 24 de mayo la banda presidencial a su sucesor, Guillermo Lasso, en la Asamblea Nacional de ese país.
En el entrevista con el Diario El Universo de Ecuador, el presidente saliente aseguró una sola cosa: se quedará en el país. «No me gusta mucho pensar en el futuro, me gusta esperar todo como venga. No me gusta tampoco hacer promesas porque en el momento en que uno lo hace, por alguna razón, las cosas no salen bien… o no hay plata para cumplirlas”.
Moreno destaca tres aspectos de su gestión: la reinstitucionalización del Estado, la creación de una gran Red de Protección Social y la obra pública. Pero también hace un mea culpa sobre sus errores: el principal, cree él, fue haber confiado en el expresidente Rafael Correa, de quien dice que “lo engañó” porque no le dijo la verdad sobre la situación económica del país, lo cual le impidió cumplir sus ofertas de campaña.
P: Cuando llegó al poder y vio que la mesa estaba “vacía”, ¿se sintió engañado, traicionado por Correa?
R: Todo eso. Me mintió una persona a la cual, a pesar de todos sus defectos y de no haber estado de acuerdo con él en algunos temas, le tenía confianza, creía en su buena fe, en lo que decía. Yo no estaba necesariamente de acuerdo en todo, recuerdo que ocho meses antes de la elección presidencial envié una comunicación dirigida al movimiento en la cual manifesté que no estaba de acuerdo en la forma como nos habíamos alejado de los sectores sociales (indígenas, gremios, mujeres), del diálogo político, que nos habíamos peleado con todo el mundo, incluyendo países… Les decía que no estaba de acuerdo con la reelección presidencial porque cambia actitudes en la gente, la vuelve perversa, siniestra, por perpetuarse en el poder, es lo que pasa con el dictador de Venezuela, que es un ser corrupto, malvado, criminal, que ha asesinado a su pueblo y ha condenado al exilio a cinco millones de venezolanos… Decía que hay que refrescar nuestras relaciones internacionales, que habíamos tendido la alfombra roja a países muy queridos pero que no les comprábamos ni un centavo, y habíamos roto relaciones con Estados Unidos, que es nuestro principal socio comercial.
P: ¿Cómo le deja usted el país a Guillermo Lasso?
R: No hay mesa servida, porque eso significa una mesa opípara, en la cual hay todo para disfrutar. No, no, aquí hay que trabajar mucho. A mí me tocó trabajar más. Sin duda yo dejo el país en mejores condiciones de las que las encontré: la economía en orden, las cuentas transparentes…
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