La comunidad internacional ha reaccionado con dolor a la serie de explosiones que dejó 207 muertos y más de 450 heridos en Sri Lanka.
Uno de los primeros líderes mundiales en hacer oír su voz fue el Papa Francisco. “Me enteré, con tristeza, de la noticia de los graves atentados que, precisamente hoy, día de Pascua, trajeron duelo y dolor a varias iglesias y otros lugares de reunión en Sri Lanka”, dijo el sumo pontífice.
La primera ministra británica, Theresa May (cuya nación colonizó Sri Lanka entre 1796 y 1948), repudió la seguidilla de estallidos, calificándolos como “actos de violencia (…) realmente horribles”.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, se solidarizó con los esrilanqueses y aseguró experimentar una “profunda tristeza” ante los que consideró como “actos odiosos”.
En otro mensaje, la canciller alemana, Ángela Merkel, pidió no dejarle el camino libre al “odio religioso y la intolerancia que se han mostrado de manera tan terrible hoy”.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se sumó a la ola de reacciones. “El terror y la barbarie no nos doblegarán nunca”, afirmó el mandatario.
En Italia, El viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini, dirigió su “oración, la del gobierno y la de todos los italianos a los muertos inocentes, masacrados por terroristas en Sri Lanka”.
Desde Estados Unidos, el presidente Donald Trump manifestó sus “condolencias” y aseguró que su país “está listo para ayudar”. Su contraparte rusa, el presidente Vladimir Putin reclamó castigo para los responsables “de un crimen tan cínico y odioso”.