El secretario general de la OEA, Luis Almagro, se reunió en Guatemala con el presidente saliente Alejandro Giammattei, en medio una arremetida de la fiscalía que hace temer por la investidura de Bernardo Arévalo dentro de un mes.
La cita fue «para abordar las acciones que reafirman el pleno compromiso con la democracia enmarcadas en la histórica transición, de cara a la transmisión de mando el 14 de enero», aseguró el derechista Giammattei en redes sociales.
Giammattei publicó fotos en las que se le ve junto a Almagro, el presidente del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Ronald Sanders, y otros funcionarios que llegaron a Guatemala como misión de buenos oficios del ente hemisférico que, al igual que la ONU, Estados Unidos y la Unión Europea, han condenado las acciones de la fiscalía.
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El Ministerio Público (fiscalía) de Guatemala presentó hace una semana una investigación sobre supuestas anomalías en las elecciones generales de este año, por las que consideraba que sus resultados eran «nulas».
Almagro condenó esa acción como «un intento de golpe de Estado». «La democracia de Guatemala se encuentra sometida a unas de sus pruebas más difíciles» ante «las amenazas del Ministerio Público», subrayó.
La fiscalía lleva meses poniendo trabas para la investidura de Arévalo, un socialdemócrata de 65 que promete una lucha frontal contra la corrupción, lo que, según analistas, ha despertado temores en la élite política y económica conservadora.
La Corte de Constitucionalidad de Guatemala ordenó este jueves «garantizar» la juramentación del presidente electo, pero la fiscalía tiene varias acciones legales en curso contra Arévalo, entre ellas pedidos para que se le retire su inmunidad.
AFP