El presidente francés, Emmanuel Macron, encadena este martes una serie de reuniones con altos cargos del oficialismo tras la adopción de su impopular reforma de las pensiones, que sigue generando tensas protestas, la víspera de dirgirise a los ciudadanos.
La noche del lunes estuvo marcada de nuevo por protestas espontáneas que se tornaron en choques con la policía y el incendio de contenedores de basura en varias ciudades por la adopción definitiva del proyecto en el Parlamento.
«Dicen que los jóvenes no se movilizan. Aquí estamos. Es por las pensiones y por el resto. Es un todo», declaró a la AFP una estudiante que pidió el anonimato, durante la protesta en París que se saldó con 234 detenciones de las casi 300 en Francia.
Horas antes, el retraso de la edad de jubilación de 62 a 64 años y el adelanto a 2027 de la exigencia de cotizar 43 años (y no 42) para cobrar una pensión completa quedaron definitivamente validado, al sobrevivir el gobierno a dos mociones de censura.
Sin embargo, la prensa estimó que esta victoria por nueve votos del gobierno de la primera ministra Élisabeth Borne «sabe a derrota» en realidad y el diario de izquierda Libération asegura incluso que «sume al gobierno en una crisis política».
«¿Y ahora qué puede hacer Emmanuel Macron?», se pregunta el rotativo de derecha Le Figaro, apuntando que pese al rechazo de las mociones de censura, la espada de Damocles sigue pendiendo sobre el gobierno, en el marco de la «crisis política» actual.
– Entrevista en televisión –
En este contexto, Macron se reúne en la mañana con su primera ministra y pesos pesados de su gobierno, como el ministro del Interior, Gérald Darmanin, antes de conversar con los presidentes de la Asamblea Nacional y el Senado y con figuras del oficialismo.
La incertidumbre planea sobre la continuidad de Borne que la víspera se dijo «determinada» a seguir. «La primera ministra es la única (…) a poder hoy en día llevar adelante un proyecto de gobierno», dijo el vocero gubernamental Oliver Véran.
La oposición, reforzada por el rechazo unánime de los sindicatos y de dos de cada tres franceses, según los sondeos, urgió en cambio a Macron a cesar a Borne, a retirar su reforma o a someterla a referéndum, e incluso a disolver la Asamblea Nacional.
El mandatario liberal, de 45 años, tiene previsto conceder una entrevista el miércoles a las 13H00 (12H00 GMT) a las cadenas de televisión privada TF1 y pública France 2, la víspera de viajar a Bruselas para una cumbre con los líderes de la Unión Europea.
El jueves, los sindicatos ya convocaron además una novena jornada de manifestaciones y huelga general, en la estela de las ya celebradas desde mediados de enero. El 7 de marzo, se registró la más numerosa contra una reforma social en tres décadas.
Mientras tanto, los paros puntuales en sectores clave como los transportes y la energía continúan, obligando al gobierno a requisar personal ante las toneladas de basura acumuladas en las calles de París o la escasez de combustible en el sureste de Francia.
El gobierno anunció este martes las primeras requisas de personal del sector petrolero, en el depósito de Fos-sur-Mer (sureste). Las fuerzas de seguridad también intervinieron en la madrugada del martes en Donges (oeste) para desbloquear un terminal.
Más allá de la ley para aumentar una de las edades de jubilación más bajas de la UE, Macron, reelegido en abril frente a la ultraderechista Marine Le Pen, se juega poder aplicar su programa reformista durante su segundo mandato que corre hasta 2027.
AFP