“Mamá, me quiero morir”, fue la frase que dijo el joven tachirense Rufo Chacón al despertar este marte despues de los procedimientos quirúrgicos que se le realizaron luego que funcionario de la GNB lo hirieran con perdigones.
El joven ha perdido la vista, y según reporte de Fabiola Niño corresponsal en la entidad, tendrá que usar prótesis estéticas de por vida.
Chacón, de apenas 16 años perdió su futuro y ante esta realidad, su madre, Adriana Parada, pide sanciones para todas los funcionarios que participaron en la represión de la protesta en Táchira.
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