El Ministro Consejero de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Estados Unidos, Gustavo Marcano, afirmó que ““la única vía para enfrentar la pandemia COVID-19 en Venezuela de forma efectiva, es con el ingreso de asistencia humanitaria internacional independiente” y que “cualquier camino distinto, representaría que el régimen se robe el dinero y profundicen la tragedia que han causado”.
Para Marcano, “las únicas sanciones que deben parar son las de la dictadura asesina y narcotraficante contra el pueblo de Venezuela”, al tiempo que destacó que “entre los regímenes de Chávez y Maduro se robaron más 300 mil millones de dólares, destruyendo la industria petrolera, agropecuaria, farmacéutica y toda la economía nacional”.
El funcionario del gobierno interino reiteró que “no existe una sola sanción contra el régimen criminal de Maduro que les impida importar suministros médicos o alimentos a Venezuela. No lo han hecho porque no les importa la vida de la gente. Quieren utilizar la pandemia para financia su estructura criminal”.
El Embajador Carlos Vecchio reforzó la inexistencia de impedimentos en Venezuela para suplir aspectos humanitario, posteando en su cuenta en twitter una declaración de Tarek El Aissami, uno de los “Más Buscados” por la justicia estadounidense, en las que afirma que disponen de medicinas e inventarios suficientes para afrontar la crisis del coronavirus.
“La misma dictadura reconoce que sanciones no impiden a Venezuela obtener alimentos, medicinas ni insumos médicos”, completó Vecchio, al tiempo que recalcó que las sanciones internacionales han sido “contra el régimen de Maduro y sus funcionarios por corruptos, narcotraficantes y violadores de derechos humanos”.
En este sentido, el embajador enfatizó que “Maduro es responsable de la vulnerabilidad de los venezolanos al destruir a Venezuela y servicios básicos como agua potable, luz y combustible que ya no produce PDVSA (…) La dictadura lleva 20 años generando la peor emergencia humanitaria del continente”.
Finalmente, Marcano expresó que “mientras el mundo toma medidas urgentes para evitar la expansión del COVID-19, la dictadura encarcela a profesionales de salud, periodistas y diputados”.