Más 5.000 venezolanos se han refugiado en la población colombiana de Arauquita después de intensos combates que libró el Ejército de Venezuela con disidentes de una guerrilla colombiana en el estado venezolano de Apure.
Yary Llanez, personero de Arauquita, explica que pese a que los combates ya terminaron, el miedo y la incertidumbre mantiene a los desplazados en los más de 50 albergues habilitados para la atención de la crisis humanitaria y muy pocos refugiados han retornado a sus hogares.
“No se han escuchado últimamente alteraciones de orden público, sin embargo algunas de esas familias que van y vienen, manifiestan que aún no sienten seguras. Quedó como el miedo de esa situación que vivieron”, indicó el funcionario.
Entidades nacionales e internacionales han brindado apoyo a los desplazados y hasta el momento se ha logrado atender las necesidades básicas de la población migrante, pero con el pasar de los días, los recursos escasean y aún no se vislumbra una solución a la crisis, afirmó el funcionario colombiano.
“Si la colaboración persiste, pero pues ya están prendidas las alertas porque los recursos se están acabando”. Llanez agregó que hasta ahora se ha podido brindar asistencia alimentaria a la población desplazada, pero cada día hay menos recursos para atender las necesidades básicas.
Por su parte, Nelson Pérez, exsecretario de gobierno del municipio, señaló que muchos migrantes han salido de los albergues y, en medio de la incertidumbre y las necesidades, buscan establecerse en Colombia, ante el temor de regresar a sus tierras por la presión de los guerrilleros e incluso de los mismos militares venezolanos.
“La gente ha traído sus cosas, algunos se están estabilizando aquí en Colombia, otros traen animales, ganado y lo están tratando de vender aquí. Es incierto, un futuro muy incierto. La gente le teme al gobierno (venezolano) (a) las arbitrariedades y atropellos en materia de violación de derechos humanos que se le atribuyen”.
Entre tanto, un brote de COVID-19 que afectó uno de los albergues pudo ser controlado por los equipos de salud.
Mientras tanto se hacen esfuerzos para garantizar las condiciones sanitarias de los desplazados con baños portátiles y la entrega de kits de bioseguridad, aunque a pesar de ello las autoridades locales aseguran que la situación se hará insostenible en el tiempo.