México denunciará ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el aparente acaparamiento de las vacunas contra la Covid-19 por parte de los países desarrollados.
El reclamo, que será presentado esta semana, lo formularán los delegados aztecas que hacen vida en la ONU. Ellos elevarán la queja hasta el Consejo de Seguridad.
México, que en abril pasado impulsó una resolución aprobada por la Asamblea General, en la que se exigió acceso equitativo a medicamentos, equipos y materiales para luchar contra el SARS-CoV-2, pedirá, en esta ocasión, acceso igualitario a los inoculantes.
La información, comunicada este martes por el Ejecutivo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), coincidió con la llegada, a suelo mexicano, de un nuevo cargamento de antígenos desarrollados por la farmacéutica Pfizer y el laboratorio BioNTech.
El envío, que puso fin a un mes de sequía de la vacuna estadounidense en los depósitos de México, contiene cerca de 500.000 dosis que permitirán, al personal sanitario, recibir el segundo pinchazo que completará su inmunización.
Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, dijo, este 16 de febrero, que para asegurar la disponibilidad de vacunas su país acordó la compra de más de 230 millones de dosis de cinco vacunas diferentes.
Se trata de 77.4 millones de dosis de AstraZeneca, 35 millones de CanSino, 34.4 millones de Pfizer, 10 millones de la china Sinovac y 24 millones de la rusa Sputnik V.
A todo ello se le adicionan dos millones de dosis del antígeno de AstraZeneca producido en India y los 51,5 millones de dosis que serán adquiridas a través del mecanismo COVAX de la Organización Mundial de la Salud (OMS).