Este miércoles 5 de marzo, los católicos del mundo inician la Cuaresma con la celebración litúrgica del Miércoles de Ceniza en donde todos los creyentes inician un tiempo de preparación para vivir el Misterio Pascual, es decir, la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús que se conmemoran durante la Semana Santa.
El Miércoles de Ceniza siempre se celebra después del carnaval y es un día de ayuno, abstinencia y oración para comenzar los cuarenta días de preparación espiritual.
La Iglesia católica invita a los fieles a trabajar de manera especial en la conversión personal y en este día, se le impone una cruz de ceniza a los que participan de la misa bajo la exhortación «Convertíos y creed en el Evangelio» y con la expresión «Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás».
Significado simbólico de la Ceniza
La ceniza, del latín «cinis», es producto de la combustión de algo por el fuego. Muy fácilmente adquirió un sentido simbólico de muerte, caducidad, y en sentido trasladado, de humildad y penitencia.
El Miércoles de Ceniza, el anterior al primer domingo de Cuaresma (muchos lo entenderán mejor diciendo que es el que sigue al carnaval) no es más que la puerta del ayuno cuaresmal y de la marcha de preparación a la Pascua.
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La Cuaresma empieza con ceniza y termina con el fuego, el agua y la luz de la Vigilia Pascual. Algo debe quemarse y destruirse en nosotros -el hombre viejo- para dar lugar a la novedad de la vida pascual de Cristo.
Las cenizas que se usan son fruto de la cremación de las palmas del año pasado, en donde el Domingo de Ramos todos llevan una palma y posteriormente el sacerdote las quema.
Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2025
Todos los años, el Papa Francisco, envía un mensaje a los cristianos invitándolos a vivir la Cuaresma con un mensaje especial y un tema que sirve de guía para los 40 días de ayuno, penitencia y oración.
En esta oportunidad, a pesar de estar hospitalizado desde el 14 de febrero por una nemonía bilateral que lo ha mantenido con un prónostico reservado, envió su mensaje al pueblo católico titulado: «Caminemos juntos en la esperanza», en el que invita a confiar y soltar nuestra vida a Dios.