Durante una conferencia de prensa celebrada este martes, Stuart Young, ministro de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago lanzó una dura advertencia a los migrantes venezolanos.
El funcionario indicó que, para las autoridades de su país, “si un inmigrante entra a la isla de manera ilegal, inmediatamente se convierte en una persona indeseable”.
Young acotó que aquel indocumentado que sea capturado en suelo trinitario “deberá afrontar consecuencias judiciales”.
Las palabras del ministro están relacionadas con el caso de los 16 menores de edad que, el pasado domingo, fueron expulsados y deportados por el Gobierno de Trinidad y Tobago, aun cuando sus padres se encontraban en esa nación.
Los infantes fueron enviados a Venezuela, en medio de una tormenta y en precarias embarcaciones.
La expulsión se produjo a pesar de un recurso de habeas corpus que fue interpuesto por la defensa de los niños.
El mal tiempo y el poco combustible hicieron que los barcos, de fabricación artesanal, quedaran varados en altamar, dejando a los menores en medio de la nada.
La situación activó una operación de rescate que culminó este martes, con el regreso de los pequeños a Trinidad.