La justicia de Rusia ha ordenado tres años y medio de cárcel en contra del opositor al Kremlin, Alexéi Navalni. El abogado y político, de 44 años de edad, fue sentenciado este martes por violar los términos de la libertad condicional que se le otorgó en 2014.
Aquel año, el dirigente fue procesado por aparente malversación de fondos. Sin embargo – y en vez de enviarlo a un reclusorio – el juzgado encargado de la causa dictó cautelares que le obligaban a visitar dos veces al mes a funcionarios del Servicio Penitenciario.
Según esos mismos servidores, el líder político irrespetó el régimen de presentación hasta en seis ocasiones, durante el año 2020. Esas ausencias se habrían producido mientras Navalni se encontraba en Alemania, recuperándose de un intento de asesinato por envenenamiento.
En agosto del año pasado, Alexéi Navalni se desplomó a bordo de un avión que le llevaba desde Siberia hasta Moscú. Tras ser atendido de emergencia en suelo ruso, el opositor fue llevado en un avión ambulancia hasta la ciudad de Berlín.
Una vez en la capital alemana, distintos exámenes, que incluyeron análisis de sangre y de orina, permitieron determinar que el dirigente había sido intoxicado con Novichok, un poderoso agente neurotóxico cuyos orígenes se remontan a la época de la extinta Unión Soviética.
Aunque Navalni fue dado de alta el 20 de septiembre, tanto él como parte de su equipo de trabajo permanecieron en suelo europeo hasta el 17 de enero. Ese día, el abogado regresó a Moscú, a bordo de un vuelo que aterrizó en el Aeropuerto Sheremétievo. También ese día fue arrestado por oficiales de la policía rusa.
La defensa del adversario de Vladimir Putin intentó explicar que Navalni no se presentó ante las autoridades rusas, tal y como lo exigía su libertad condicional, pues se encontraba convaleciente y en pleno proceso de recuperación. Para la justicia, sin embargo, el activista incumplió sus obligaciones y, por ello, debe ser llevado a prisión.