Reportaje La Voz de América
Un tribunal de Moscú rechazó el martes liberar bajo fianza al supuesto espía estadounidense Paul Whelan mientras dure la investigación del caso.
Whelan, un exmarine estadounidense que tiene nacionalidad británica, irlandesa y canadiense, fue detenido en un hotel en Moscú a fines de diciembre.
Poco antes de entrar a la audiencia el martes, su abogado Vladimir Zherebenkov dijo a medios rusos que Whelan tenía en el momento de su detención en un hotel de Moscú un dispositivo que contenía «secretos de Estado».
El letrado aseguró que desconocía cómo había conseguido Whelan esos materiales o qué iba a hacer con ellos. La agencia Reuters dijo que según el abogado, Whelan había sido engañado antes del arresto.
«La decisión del tribunal del distrito Lefórtovski de Moscú, en virtud de la cual se dictó prisión preventiva para Paul Whelan debe mantenerse y el recurso del abogado debe ser rechazado», señaló el juez Dmitri Pronyakin tras la vista que se celebró a puerta cerrada.
Tanto Whelan como su familia niegan las acusaciones en su contra y aseguran que el estadounidense viajó a Moscú para asistir a una boda.
Su detención generó especulaciones sobre un posible intercambio por alguno de los rusos retenidos en suelo estadounidense, como la activista proarmas Maria Butina, que se declaró culpable de actuar como agente extranjero en el país.
Rusia lo ha descartado y su abogado dijo el martes que las leyes rusas no comprenden intercambio de prisioneros previo a la sentencia.
Los cargos por espionaje acarrean una pena de prisión de hasta 20 años en Rusia.