Leoner Azuaje Urrea, presidente de Cartones de Venezuela, quien suspuestamente se suicidó en los calabozos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN); se convirtió este jueves en el preso número once que ha muerto bajo custodia del régimen de Nicolás Maduro en los últimos años.
La lista de víctimas está integrada por:
- Rodolfo González, mejor conocido como «El Aviador», fue hallado muerto en su celda del SEBIN en El Helicoide a mediados de marzo de 2015.
González, de 63 años, fue acusado de asociación para delinquir, tenencia de explosivos y tráfico de armas de fuego.
Era señalado por el dictador Nicolás Maduro, de ser uno de los organizadores de las protestas antigubernamentales de 2014 que sacudieron a Venezuela con un saldo de 43 muertos.
- Carlos García, fue concejal de Guasdualito en Apure y falleció en septiembre de 2017 por un accidente cerebrovascular mientras se encontraba detenido en un calabozo del SEBIN.
García había sido arrestado un año antes, supuestamente en posesión de una suma de dinero. Su hermana Yhorlenys Aular aseguró que no le prestaron los primeros auxilios. «La gente decía que estaba fingiendo», comentó.
- Rafael Arreaza, preso por presunta conspiración contra el Estado, murió en noviembre de 2017 a consecuencia de dos disparos que recibió: uno en la pierna y otro en el abdomen, en un presunto intento de fuga en la cárcel militar de Ramo Verde, en Los Teques, estado Miranda.
- Fernando Albán, concejal de Primero Justicia, falleció en octubre de 2018 tras caer del décimo piso de la sede del SEBIN en Plaza Venezuela.
El fiscal ilegítimo del régimen, Tarek William Saab, aseguró al principio que se trató de un suicidio, pero años más tarde reconoció que Albán murió a causa de las torturas de la dictadura.
Albán fue detenido el 5 de octubre de 2018 por su supuesta participación en la explosión de dos drones cerca de la tarima en la que Maduro daba un discurso en Caracas.
El político murió tres días después de su detención en celdas del SEBIN, desatando una polémica internacional que llevó a las Naciones Unidas a pedir una «investigación transparente».
- Nelson Martínez, acusado por presuntos cargos de corrupción durante su gestión como directivo de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y Citgo, murió en diciembre de 2018 por una septicemia con falla renal, hepática, cardíaca, cerebral y respiratoria.
- Rafael Acosta Arévalo, capitán de corbeta, fue detenido por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) en junio de 2019 y fue acusado de conspiración y traición a la patria.
Ocho días después de ser detenido acusado de participar en un supuesto plan para derrocar y asesinar a Maduro, murió en el Hospital Militar del Ejército Doctor Vicente Salias Sanoja.
Acosta Arévalo fue internado tras sufrir un colapso en el tribunal donde fue presentado en silla de ruedas, incapaz de hablar y con señales de tortura, denunciaron entonces sus abogados
- Pedro Santana, productor ganadero, fue acusando de presunta vinculación con actos terroristas y detenido en agosto de 2019, y casi un año después murió cumpliendo arresto domiciliario a causa de varias complicaciones médicas.
- Salvador Franco, miembro de la comunidad indígena pemón, falleció en enero de 2021 a causa de un edema cerebral, shock séptico y un cuadro severo de desnutrición debido a una tuberculosis no tratada. Estaba recluido en el Rodeo II, en el estado Miranda.
Según el régimen, formó parte de un grupo que asaltó dos instalaciones militares en Bolívar.
- Gabriel Medina Díaz, acusado de presuntamente planear el secuestro de Diosdado Cabello, fue detenido en abril de 2020 junto a otras ocho personas. Bajo prisión y sin condena se enfermó con tuberculosis y no tuvo acceso a tratamiento médico.
Medina Díaz, de 39 años, estaba recluido en la cárcel de La Pica, en el estado Monagas.
- Raúl Isaías Baduel, general retirado y otrora mano derecha de Hugo Chávez, murió en octubre de 2021 supuestamente a consecuencia de complicaciones vinculadas a la COVID-19.
Baduel, de 66 años, fue detenido en 2009 bajo cargos de corrupción y purgó una pena de casi ocho años. Tras salir en libertad en 2015, fue nuevamente encarcelado en 2017 acusado de conspiración contra Nicolás Maduro.
Su esposa Cruz Zambrano de Baduel aseguró que lo vio por última vez cuatro semanas antes y no tenía covid. «A él cuando lo sacaron de La Tumba no tenía covid, no es verdad, sé que lo vacunaron una semana antes de sacarlo de La Tumba», dijo.
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