Con una rosa blanca en la mano, el opositor cubano Yunior García quiere salir el domingo a marchar en solitario por La Habana, un desafío ante la amenaza oficial de ser detenido en la víspera de una manifestación opositora prohibida por las autoridades.
Agentes de la Seguridad del Estado «me dijeron que no me van a permitir marchar, incluso me dijeron la cárcel a la que me van a llevar», explicó el viernes a la AFP el dramaturgo de 39 años.
«No hay nada que me prohíba hacer esa marcha el domingo, nada absolutamente, por lo tanto no me voy a esconder», señaló en la puerta de su pequeño departamento en un populoso barrio de La Habana.
Con el rostro cansado tras ser expuesto como enemigo número uno por semanas en medios estatales, Yunior fumaba el viernes preocupado por la violencia que pueda generarse en la manifestación convocada para el lunes en la capital del país y en seis provincias más. Eso lo decidió a marchar en solitario este domingo por una céntrica calle de La Habana.
El grupo de reflexión política Archipiélago, creado en Facebook por él y que cuenta con más de 30.000 miembros dentro y fuera de Cuba, mantiene de todas formas el llamado para marchar el lunes.
En una comparecencia televisada el viernes, el presidente, Miguel Díaz-Canel, dijo que sus partidarios están preparados «para defender la revolución» y «enfrentar cualquier acción injerencista contra nuestro país», refiriéndose a Estados Unidos.
«Estamos tranquilos, seguros, pero atentos y alerta», aseguró.
El Gobierno de La Habana tomó medidas contra la agencia española de noticias EFE.
Las autoridades cubanas retiraron el sábado las acreditaciones a los cinco miembros del equipo de la agencia invocando «la normatividad sobre la prensa extranjera».
El jefe de redacción de la oficina, Atahualpa Amerise djo que no explicaron el «motivo exacto» y que nos les informaros si la medida es «temporal o definitiva».
La televisión estatal acusó a Yunior García de ser un agente entrenado y financiado por Washington, incluso lo comparó con el checoslovaco Vaclav Havel (1936 – 2011), un dramaturgo que luchó contra el régimen soviético hasta convertirse formalmente en presidente de su país en 1990.
García también mostró su asistencia años atrás a un seminario en Madrid sobre el papel del ejército en procesos de transición, y reveló envíos de pequeñas cantidades de dinero desde el extranjero
«Tienen que parar de intentar vincular cualquier iniciativa ciudadana cubana genuina con el enemigo de siempre», dice frente a varias tazas de café.
– «Contactos claves» –
La manifestación del lunes, declarada ilegal por el gobierno, se produce en un momento en el que Cuba reabre fronteras al turismo internacional, los niños vuelven a las aulas y La Habana celebra su aniversario 502 con festejos callejeros.
Los manifestantes demandan la liberación de presos políticos, luego de las históricas manifestaciones del 11 de julio al grito de «Tenemos hambre» y «Libertad», que dejaron un muerto, decenas de heridos y 1.270 detenidos, de los cuales 658 aún están en prisión, según la ONG Cubalex.
Estados Unidos mantiene «contactos claves antes de las protestas» del lunes y promoverá «la rendición de cuentas de los violadores de los derechos humanos en caso de que sea necesario», dijo Emily Mendrala, subsecretaria adjunta para las Américas del Departamento de Estado.
En este mano a mano, Michael Shifter, presidente del centro de análisis Diálogo Interamericano, cree que los manifestantes quieren «llamar más atención internacional sobre la gravedad de la situación económica, política y de derechos humanos en Cuba«.
Una reacción agresiva del gobierno sería «muy costosa» e implicaría «sanciones más duras por parte de los Estados Unidos y Europa», estima.
– «Sentimientos diversos» –
Esta marcha se ha convertido en el gran tema de conversación en sobremesas de hogares, en las colas de supermercados y centros de trabajo.
La población «tiene sentimientos diversos», dijo Julio Antonio Fernández Estrada, doctor en Ciencias Jurídicas por la Universidad de La Habana.
«La mayoría de personas que conozco están asustadas por lo que pueda pasar ese día, piensan dejar a su familia en la casa», pero «hay personas que piensan que hay que salir a protestar», indicó.
La manifestación es un «derecho humano con rango constitucional» en Cuba, que no contraviene el «derecho de terceros, ni la seguridad colectiva», explica.
Vigilados casi permanentemente y varios citados por la policía estos días, los organizadores planearon la marcha utilizando el internet móvil, que llegó a Cuba en 2018.
«Gracias a las redes sociales por primera vez en Cuba está surgiendo una sociedad civil realmente independiente», asegura Yunior.
Pero, existe el temor de que el día de la marcha se interrumpa el internet de datos, como sucedió tras el 11 de julio.
AFP