El presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, tras reunirse en privado con los trabajadores de la administración pública y representantes sindicales, acordaron en conjunto ir a un paro escalonado de actividades para lograr el cese de la usurpación y empezar a trabajar en la transición democrática.
«Vamos hacia un paro escalonado en la administración pública, propuesto por los sindicatos. Sabemos que va a empezar la persecución, pero tenemos los medidos. Hoy más que nunca Venezuela depende de todos, que no sigamos colaborando con este régimen oprobioso», dijo Guaidó, quien advirtió que venían momentos complejos y días duros para el país.
Entre las acciones que acompañan a esta convocatoria de paro escalonado, es la creación de una comisión especial de la Asamblea Nacional que realizará un censo de de trabajadores despedidos por razones políticas, recogerá las peticiones salariales de los diferentes sectores y establecerán un comité tripartita.
El Poder Legislativo, también le fue encomendada la creación de la Ley de Garantías para los Empleados Públicos, que busque frenar «la persecución política contra los trabajadores a las que obligan a ponerse una camisa e ir a marchar».
«Mañana mismo hay que hacer una reunión de cada central y cada sindicato en cada ministerio, instituto y empresa del Estado, para decir ‘Ya basta’, y comunicar las conclusiones de esta asamblea», señaló. Ante la figura de usurpación que se mantiene en Miraflores, Guaidó dijo que su autoridad es nula, por lo que «todos esos despidos y la persecución política queda sin efecto automáticamente».
Guaidó negó estar reuniéndose con figuras del régimen de Maduro.