Esto pasa con la que en otrora fuera la industria petrolera más productiva del mundo, Petróleos de Venezuela.
Y es que ahora a la estatal venezolana se le acaban las opciones para suministrar gasolina al mercado interno.
La situación se agrava tras la incautación, por parte de Estados Unidos, de cuatro cargamentos presuntamente iraníes que se dirigían al país.
A esto se suma un incendio que se registró el pasado viernes, en la refinería El Palito, en Carabobo, y la paralización de las otras empresas petroleras por años de mala gestión.
Las seis refinerías de Pdvsa están en capacidad de procesar unos 1,3 millones de barriles por día (bpd) de crudo, pero debido a años de desinversión están prácticamente detenidas.