Durante su intervención en el Oslo Freedom Forum, el dirigente político venezolano Pedro Urruchurtu denunció el secuestro prolongado que él y otros compañeros de la fuerza democrática de Venezuela vivieron dentro de la Embajada de Argentina en Caracas, donde permanecieron refugiados por casi un año tras ser perseguidos por el régimen de Nicolás Maduro.
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Urruchurtu señaló que su único “delito” fue ganarle una elección al régimen con más del 70% de los votos, lo que desató una arremetida represiva que los obligó a buscar protección diplomática.
“Cuando solicitamos protección en la embajada de Argentina en Caracas, pensamos que sería un lugar seguro. Jamás imaginamos que se convertiría en un infierno y en una prisión”, expresó con contundencia ante los asistentes del foro internacional.
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El testimonio de Urruchurtu se suma a las múltiples denuncias de organismos internacionales sobre la criminalización de la disidencia política en Venezuela, y visibiliza la situación de los presos y perseguidos por razones ideológicas.
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