Ésta decisión representa un duro golpe para la administración del presidente Donald Trump y sus políticas de inmigración.
El programa DACA, que protege de la deportación a los cientos de miles de jóvenes conocidos como “Soñadores”, había sido impugnado por la administración ante la Corte Suprema.
La decisión fue de 5 a 4, y el voto del presidente de la Corte Suprema, John Roberts, fue el decisivo que rompió el empate entre los jueces liberales y conservadores del tribunal.
Roberts y los cuatro magistrados liberales argumentaron que la decisión del Departamento de Seguridad Nacional de eliminar el DACA es arbitraria y caprichosa bajo la Ley de Procedimientos Administrativos.
El DACA, que comenzó en 2012, dio protección temporal de deportación a jóvenes que fueron traídos de niños ilegalmente por sus padres y crecieron en Estados Unidos, adoptando su idioma y sus costumbres.
Bajo el programa, los “soñadores” pueden trabajar legalmente, solicitar préstamos escolares si reúnen ciertos requisitos y pasan una revisión de antecedentes.
Trump ha tratado de eliminar el programa desde que llegó a la presidencia, alegando que fue ilegal e inconstitucional desde un principio, pero fue bloqueado por las cortes y apeló al tribunal supremo.