Las fuerzas de seguridad iraníes dispersaron con gases lacrimógenos una manifestación en el noroeste del país tras la muerte de una mujer detenida en Teherán por la policía de la moral, informó la prensa local.
Mahsa Amini, de 22 años, fue detenida el martes por esa unidad especial de la policía, encargada de hacer cumplir las estrictas reglas de indumentaria impuestas a las mujeres iraníes, como la obligatoriedad de cubrirse el pelo.
La televisión estatal anunció el viernes su muerte tras permanecer tres días en coma.
Fue inhumada el sábado en su ciudad natal de Saghez, en la provincia de Kurdistán, según la agencia de noticias Fars.
Tras los funerales, personas «gritaron lemas exigiendo investigaciones detallas sobre este caso», según la misma fuente.
«Los manifestantes se congregaron luego delante de la oficina del gobernador» al grito de otras consignas, antes de ser «dispersados por las fuerzas de seguridad que dispararon gases lacrimógenos».
La televisión estatal mostró el viernes extractos de un vídeo en el que se ve una sala, en una comisaría, donde aparecen numerosas mujeres. Una de ellas, presentada como Mahsa Amini, se levanta para discutir con una «institutriz» y después se desploma.
En otro extracto, los servicios de urgencia transportan el cuerpo de la mujer en una ambulancia.
La policía de Teherán confirmó el viernes su fallecimiento y aseguró que «no había habido contacto físico» entre los agentes y la joven mujer.
La presidencia iraní señaló por su parte que el presidente Ebrahim Raisi encargó al ministro del Interior investigar el caso.
El jefe del servicio forense de Teherán declaró el sábado en la televisión estatal que se estaban llevando a cabo las pesquisas sobre el deceso de la mujer pero que se demorarían tres semanas.
La muerte de Mahsa Amini tiene lugar en plena controversia sobre la conducta de la policía de la moral, que patrulla en los espacios públicos para comprobar la aplicación de la ley del velo y otras reglas islámicas.
Desde la Revolución Islámica de 1979, la ley en vigor en Irán impone a las mujeres, iraníes o extranjeras y sea cual sea su religión, salir con un velo en la cabeza.
Sin embargo, en los últimos 20 años cada vez más mujeres en Teherán y otras grandes ciudades dejan una parte importante de su melena visible pese al velo.
AFP.