Panamá suspendió, este domingo, las operaciones aéreas hacia y desde Venezuela. A través de un comunicado, la Autoridad Aeronáutica Civil de la nación centroamericana explicó que la medida se tomó tras corroborar la ausencia de “un trato igualitario y recíproco en la frecuencia de vuelos” por parte de sus pares venezolanas.
De acuerdo con Panamá, las naciones se manejan en función de un acuerdo aerocomercial vigente, que fue actualizado en 2015. Ese trato “otorga a cada país acceso hasta 63 frecuencias semanales en cualquiera de los dos trayectos”.
A raíz de la pandemia provocada por la Covid-19, tanto Caracas como Ciudad de Panamá decidieron reducir el número de vuelos al mínimo. Sin embargo, la reactivación paulatina de actividades llevó a la parte panameña a admitir hasta nueve vuelos a la semana a aerolíneas venezolanas.
Venezuela, por su parte, sólo autorizó tres vuelos a la semana a las empresas panameñas. Para sustentar su decisión, las autoridades que regulan la aviación civil en suelo venezolano argumentaron “restricciones por la pandemia”.
En medio de ese contexto de desventaja, el pasado 7 de diciembre, Venezuela pidió la autorización de Panamá para incrementar sus frecuencias de vuelo. Lo hizo “sin ceder todavía los accesos requeridos por la parte panameña”.
Tras recibir la petición, “Panamá solicitó a Venezuela un trato de reciprocidad y equidad en las frecuencias de vuelo, como única condición para la aprobación de los vuelos adicionales”.
Luego de recibir tal respuesta, la parte venezolana canceló, este 12 de diciembre, “los tres vuelos semanales de la aerolínea panameña”.