Trabajadores del sector salud venezolano protagonizaron una jornada de protesta nacional durante este miércoles, 10 de febrero.
La actividad, que tuvo su epicentro en la ciudad de Caracas, pero que se replicó en urbes del interior de Venezuela, se realizó para demandar salarios dignos.
En la actualidad, los médicos, enfermeras y demás profesionales que integran el sistema de salud venezolano perciben un sueldo base de 1.200.000 bolívares.
Esa cantidad, sumada al denominado “bono de alimentación”, eleva el monto a 2.400.000 bolívares, que equivalen a 1.40 dólares, si se toma como referencia la tasa de cambio fijada por el mercado paralelo.
En Caracas, los trabajadores marcharon desde el Hospital “J.M. de los Ríos”, un centro asistencial que se especializa en enfermedades pediátricas, hasta la sede de la Defensoría del Pueblo.
Una vez allí, Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Enfermeras del Distrito Capital, consignó una comunicación en la que se exige una mejora en la remuneración económica.
“Hacemos responsable al Estado venezolano de lo que pase en materia de salud”, dijo Contreras al hacer entrega de la nota.
Por su parte, en Barquisimeto, una ciudad que se sitúa en al centro-occidente de Venezuela, los médicos y enfermeras del Hospital Universitario de Pediatría “Dr. Agustín Zubillaga” denunciaron una ola de renuncia.
Según esas declaraciones, 59% del personal que laboraba en el nosocomio pediátrico prefirió abandonar su cargo para dedicarse a actividades alternativas o al ejercicio privado.
En el caso de Maracaibo, la capital del estado Zulia, la concentración planificada por los profesionales del Hospital Coromoto se vio contenida por oficiales de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y por funcionarios de la Guardia Nacional (GN).