La presidenta de Perú, Dina Boluarte, anunció este viernes en un mensaje televisado el «retiro definitivo» del embajador peruano en México.
Boluarte alegó que su homólogo Andrés Manuel López Obrador «viola principio de no injerencia en asuntos internos» al apoyar al destituido expresidente Pedro Castillo.
El anuncio ocurre el mismo día que López Obrador calificó a Boluarte de «espuria» y reiteró que «México va a seguir apoyando al presidente (Castillo) injusta e ilegalmente destituido».
«Rechazo enérgicamente las expresiones formuladas hoy por el presidente de México sobre asuntos internos de Perú, y los inaceptables cuestionamientos que de manera reiterada formula sobre el origen constitucional y democrático de mi gobierno», dijo Boluarte, flanqueada por su jefe de gabinete, Alberto Otárola y la canciller peruana, Ana Cecilia Gervasi.
La medida, dijo Boluarte, significa que «las relaciones diplomáticas entre Perú y México quedan formalmente a nivel de encargado de negocios».
Boluarte manifestó que el presidente López Obrador «ha decidido apoyar el golpe de estado que diera el ahora expresidente Pedro Castillo el 7 de diciembre de 2022», del cual dijo, generó «rechazo unánime de las instituciones que integran el orden democrático en Perú» y motivó su destitución constitucional por el Congreso peruano.
Castillo, un maestro de escuela de ideología de izquierda, está detenido en Perú desde el 7 de diciembre, acusado de rebelión luego de que intentó disolver el Congreso y gobernar por decreto.
El expresidente peruano fue arrestado pocos minutos después por la policía peruana en su caravana cuando se dirigía con su esposa e hijos a la embajada mexicana en Lima.
La Primera Dama, Lilia Paredes, sí logró ingresar a la delegación diplomática de México con sus hijos, donde recibió asilo político.
En su declaración televisada Boluarte manifestó que «el señor López ha decidido afectar gravemente las bicentenarias relaciones de respeto mutuo, amistad, cooperación y voluntad de integración que históricamente han unido a Perú y México, al privilegiar afinidades ideológicas».
El retiro del representante de Lima en México escala aún más la diatriba entre ambos gobiernos desde que Boluarte asumió el poder en diciembre, en reemplazo de Castillo, lo que López Obrador ha criticado reiteradamente.
El último episodio se había producido la semana pasada, cuando la mandataria peruana acusó a su par mexicano de negarse a entregarle la presidencia rotativa de la Alianza del Pacífico. A ello México respondió que lo consultaría con el grupo de Río.
AFP.