El presidente saliente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, calificó el jueves a Taiwán como «faro de la democracia en la región», antes de unas elecciones en el país sudamericano que podrían cambiar las relaciones con la isla.
«Frente a las continuas amenazas y la tensa situación, el pueblo de Taiwán no ha abandonado su determinación por la paz, y sigue teniendo el papel de faro de la democracia en la región», dijo el mandatario paraguayo, de visita oficial en la isla.
Paraguay es uno de los 14 países que reconoce oficialmente el gobierno de Taipéi frente a Pekín, que considera Taiwán como parte del territorio chino.
Pero los vínculos diplomáticos entre Taiwán y Paraguay, de hace décadas, podrían romperse si gana el candidato opositor Efraín Alegre, que dijo que cambiaría las relaciones con la isla si ganaba las elecciones de abril.
América Latina ha sido una región clave en la batalla diplomática entre China y Taiwán, desde que se separaron en 1949 tras la guerra civil.
Durante décadas, China ha intentando convencer a varios aliados diplomáticos de Taipéi para que dejaran de lado a la isla. En los últimos años, ocho países cambiaron de posición y se decantaron por Pekín, el último de ellos Nicaragua.
En 2021, Taiwán acusó a Pekín de intentar atraer a Paraguay para que cambiara su reconocimiento diplomático a cambio de vacunas contra el coronavirus.
En aquel momento, el jefe de la diplomacia taiwanés Joseph Wu dijo que la «diplomacia de las vacunas» había sido una gran presión para el gobierno de Abdo Benítez, máxime con una oposición política «muy dispuesta a vincularse con China».
AFP