El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, advirtió el sábado que sería un «error histórico» si su sucesor rompe las relaciones con Taiwán en favor de China, al término de una visita a la isla.
Paraguay es uno de los 14 países que reconoce oficialmente el gobierno de Taipéi frente a Pekín, que considera a Taiwán como parte del territorio chino y que no renuncia a recuperar algún día, incluso por la fuerza.
Pero las relaciones diplomáticas que Taiwán mantiene desde hace 65 años con Paraguay podrían estar en peligro porque el candidato de la oposición, Efraín Alegre, dijo que cambiaría el reconocimiento a Pekín si resulta elegido en las elecciones presidenciales de abril.
Según el presidente, sería un error romper el «destino común» compartido por Paraguay y Taiwán.
«Va a ser un error histórico si el próximo presidente no hace una evaluación seria y responsable sobre la alianza histórica que forma parte ya hoy de nuestra cultura común», dijo Abdo Benítez en una conferencia de prensa en Taipéi.
«Creo que es lo mejor para mi país seguir profundizando estos lazos de amistad», añadió.
«Sería un torpe político cualquier líder que proponga un cambio, sería algo que va a perjudicar definitivamente la posibilidad de prosperidad de nuestros países», aseguró.
América Latina ha sido un campo de batalla diplomático clave para China y Taiwán desde que ambos se separaron en 1949 tras una guerra civil.
China ha pasado décadas convenciendo a los aliados diplomáticos de Taiwán para que cambien de bando y logró que ocho lo hicieran desde que la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, asumió el cargo en 2016.
Paraguay es uno de los pocos aliados que le quedan a Taiwán en América Latina, después de que en los últimos años Panamá, El Salvador, República Dominicana y Nicaragua decidieron reconocer a Pekín.
El gobierno taiwanés acusó a China en 2021 de intentar atraer a Paraguay a cambio de vacunas contra el covid-19, cuando el país luchaba contra las crecientes cifras de contagios.
AFP