El presidente Donald Trump se unió este jueves, a cientos de dolientes en la Corte Suprema para presentar sus respetos a la jueza Ruth Bader Ginsburg, un ícono liberal que murió la semana pasada, después de una larga batalla contra el cáncer.
Trump y la primera dama Melania Trump llegaron pasadas las 10 de la mañana a la Corte Suprema, donde la jueza de 87 años yace en capilla ardiente por segundo día.
Este miércoles, en la Casa Blanca, Trump dijo que elegirá a una mujer para suceder a Ginsburg en la Corte Suprema.
“Creo que será una gran nominada, una nominada brillante. Como sabes, es una mujer. Lo reduje a cinco mujeres. Es hora de que una mujer sea elegida”, indicó Trump.
A su llegada al acto, una multitud lo abucheó mientras gritaban «¡Votemos para que se vaya!», hasta que Trump se dio media vuelta y se adentró en el edificio judicial para marcharse.
Trump y su esposa Melania hicieron una fugaz visita a la sede del máximo tribunal, en cuya escalinata principal se encuentra desde este miércoles el féretro de la célebre jueza, todo un icono del movimiento feminista en Estados Unidos.