Este mes, dos estados árabes musulmanes, Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), normalizaron las relaciones con el Estado judío de Israel, un avance diplomático trascendental que durante mucho tiempo se consideró absolutamente impensable.
Poco antes de eso, dos países balcánicos dejaron de lado su enemistad histórica y normalizaron las relaciones, y prometieron abrir embajadas en Jerusalén, reconociendo a la Ciudad de David como la capital de Israel.
Cada uno de estos acuerdos por separado sería suficiente para incluir a Trump en los libros de historia, y el presidente ha recibido tres nominaciones al Premio Nobel de la Paz a raíz de estos tremendos logros
Un parlamentario noruego y un parlamentario sueco nominaron a Trump para el Premio Nobel de la Paz . El noruego Christian Tybring-Gjedde destacó el histórico acuerdo de paz de los Emiratos Árabes Unidos, mientras que el sueco Magnus Jacobsson se centró en el acuerdo Serbia-Kosovo.
Este lunes, Sky News informó sobre una tercera nominación al Premio Nobel para Donald Trump, esta vez de cuatro profesores de derecho en Australia. El profesor de derecho David Flint anunció que nominaba a Trump sobre la base de la «Doctrina Trump».
“Él siguió adelante y negoció contra todos los consejos, pero lo hizo con sentido común. Negoció directamente con los estados árabes interesados e Israel y los unió ”, dijo Flint a Sky News.
Flint describió la Doctrina Trump como «algo extraordinario», basado en el «sentido común» y el «interés nacional».
“Lo que ha hecho con la Doctrina Trump es que ha decidido que ya no tendrá a Estados Unidos en guerras interminables, guerras que no logran nada más que la matanza de miles de jóvenes estadounidenses”, argumentó el profesor. «Así que está reduciendo la tendencia de Estados Unidos a involucrarse en todas y cada una de las guerras».
“Los estados, árabes y del Medio Oriente, se están alineando para unirse a esa red de paz que dominará el Medio Oriente”, agregó Flint. «Realmente está produciendo paz en el mundo de una manera en la que ninguno de sus predecesores lo hizo, y se merece plenamente el Premio Nobel de la Paz».