Reportaje de La Voz de América
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, agradeció a su homólogo mexicano, Andrés López Obrador, y a los funcionarios de su gobierno que hicieron posible el acuerdo sobre migración anunciado el viernes, que frenó la imposición de aranceles anunciada para el lunes en caso de no haber conseguido el trato.
El acuerdo fue elogiado el sábado también por el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, según el cual lo alcanzado cumple los objetivos del presidente Trump. Mnuchin dijo, no obstante, que el mandatario tiene autoridad para imponer aranceles si México no cumple.
«Me gustaría agradecer al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y a su ministro de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, junto con todos los representantes de Estados Unidos y México, por trabajar tanto y tan duro para lograr nuestro acuerdo sobre inmigración. ¡terminado!», escribió Trump el sábado en su cuenta en Twitter.
Trump también dijo que México comenzaría a comprar de inmediato «grandes cantidades» de productos agrícolas a los agricultores de Estados Unidos, quienes ya estaban gravemente afectados por la disputa comercial con China y se habrían visto nuevamente en riesgo si era aplicado el arancel a México.
No es claro si México hizo tal promesa, ya que no se mencionó la ampliación de las compras mexicanas de productos agrícolas de Estados Unidos en la declaración conjunta de los Estados Unidos y México que describe el acuerdo de inmigración.
El canciller de México, Marcelo Ebrard, junto a otros funcionarios, habían viajado a Washington esta semana para conseguir el acuerdo con EE.UU.
El trato del viernes pretende reducir el flujo de migrantes centroamericanos. Trump había asegurado que aplicaría el próximo lunes un arancel del 5% sobre todos los bienes mexicanos, lo que se incrementaría progresivamente hasta un 25 % si México no actuaba para frenar a los migrantes que buscan llegar a EE.UU.
México, a cambio, se comprometió a expandir rápidamente un controvertido programa de asilo y desplegar fuerzas de seguridad para detener el flujo de inmigrantes ilegales centroamericanos.
Antes del acuerdo, México había dicho que hace bastante para impedir la migración ilegal.