La primera ministra británica Liz Truss anunció el jueves su dimisión apenas seis semanas después de llegar al poder, con lo que el Partido Conservador se ve abocado a una nueva elección interna.
«Dada la situación, no puedo cumplir con el mandato para el cual fui elegida por el Partido Conservador», declaró Truss, que se convirtió en el jefe del gobierno británico que menos tiempo pasó al mando del ejecutivo. Truss precisó que un nuevo proceso de votación interna será organizado de aquí al final de la próxima semana para elegir a su reemplazante.
Apenas el día anterior Truss había jurado seguir en el cargo, diciendo que “soy una luchadora, no una cobarde”.
Pero Truss se vio obligada a abandonar muchas de sus políticas económicas y perdió el control de la disciplina dentro de su Partido Conservador.
Su salida deja al partido dividido y en busca de un líder que pueda unir a sus facciones rivales.
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