Los abogados del príncipe Andrés de Inglaterra presionarán este martes a la justicia estadounidense para que archive una denuncia civil por «agresiones sexuales», presentada por una estadounidense en Nueva York por hechos que se remontarían a 2001, cuando ella era menor.
A las 15H00 GMT de este martes, se ha programado una audiencia crucial por videoconferencia entre un juez del tribunal federal de Manhattan, los abogados del segundo hijo de la reina Isabel II y los de la supuesta víctima del príncipe Andrés, Virgina Giuffre, de 38 años.
En su denuncia civil, presentada en agosto, Giuffre afirma que el príncipe la «agredió sexualmente» en tres ocasiones en 2001 -cuando ella tenía 17 años y se llamaba Virginia Roberts- en Londres, Nueva York y en las Islas Vírgenes, en Estados Unidos. En esos lugares, dos amigos del príncipe Andrés, el multimillonario estadounidense Jeffrey Epstein y la británica Ghislaine Maxwell, tenían residencias.
Epstein, que tenía 66 años, murió en espera de su juicio en una prisión de Manhattan en 2019, en lo que un forense dictaminó como suicidio, tras ser acusado tráfico sexual de menores. Maxwell, quien le presentó el príncipe Andrés a Epstein a inicios de los años noventa, se enfrenta a decenas de años de cárcel tras ser declarada culpable por un jurado de Nueva York de cinco de los seis cargos en su contra, tras un juicio de alto perfil y muy mediático.
Virginia Giuffre, que no formaba parte de la acusación en el proceso de Maxwell, se declaró complacida por la sentencia y afirmó que espera que otros «rindan cuentas», en alusión al príncipe Andrés, al que reclama una indemnización financiera.
– «Demanda infundada» –
El príncipe, de 61 años, que no está siendo procesado por lo penal, niega «categóricamente» haber agredido a Virginia Roberts en aquella época y asegura que no se acuerda de ella.
En el plano civil, sus abogados creen que el príncipe podría eludir la justicia gracias a un acuerdo sellado en 2009 entre Epstein y Virginia Giuffre, que también fue una presunta víctima del multimillonario.
El lunes, los magistrados neoyorquinos hicieron público ese acuerdo, hasta ahora confidencial, según el cual Epstein le habría pagado medio millón de dólares a Giuffre. Según la transacción, firmada en Florida hace 12 años, Giuffre se comprometía a no denunciar ni a Epstein ni a «otros potenciales acusados» de su entorno.
Ni el nombre ni el título nobiliario del duque de York figuran en ese documento, pero la defensa del príncipe Andrés considera que protege tanto a Epstein como a sus allegados, el príncipe incluido.
En cambio, los abogados de Virginia Giuffre aducen que el príncipe Andrés no está «cubierto» por el acuerdo, porque este «no lo cita» y porque el interesado «ni siquiera sabía de su existencia» en 2009.
Los abogados del príncipe han acusado a Giuffre de buscar provecho con una «demanda infundada».
Sus intentos para detener el curso de la demanda alegando que Giuffre ahora vive en Australia fueron rechazados por la justicia estadounidense el viernes.
Los abogados de Giuffre han solicitado los registros médicos de Andrés, que prueben que el príncipe no podía sudar por una rara condición de salud relacionada con su servicio en combate en las islas Malvinas en 1982 y debido a una excesiva secreción de adrenalina en ese momento.
En una desastrosa entrevista con la BBC, en 2019, el príncipe negaba las afirmaciones de Giuffre de haber compartido con él un sudoroso baile en un club nocturno de Londres ya que él no transpira jamás.
Numerosas fotografías, muy divulgadas, dan cuenta de la cercanía entre el príncipe Andrés, Epstein, Maxwell y Giuffre. Sobre todo, una imagen de 2000 en la que aparecen Epstein, Maxwell y el príncipe Andrés durante una partida de caza en el este de Inglaterra. Otra foto muestra al príncipe Andrés y a Giuffre agarrados por la cintura, sonriendo, con Maxwell al fondo.
El príncipe Andrés, sumido en el escándalo desde hace más de dos años, tuvo que dejar la primera línea de la realeza británica y se retiró de la vida pública.
AFP