El Expresidente de EEUU, Bill Clinton, participaba en una Conferencia Internacional del SIDA cuando un grupo de 50 trabajadoras sexuales irrumpieron repentinamente a la sala pidiendo respeto y exigiendo sus derechos.
Las prostitutas reclamaron la criminalización de las que han sido objetos en los últimos meses. Una de las voceras del grupo pidió a Clinton que hiciera “todo lo que esté en su mano para descriminalizar” la prostitución en los Estados Unidos debido a las condiciones inhumanas que algunas tienen que trabajar.
“Sabemos que a ti sí te gustan las trabajadoras sexuales. Por favor, ayúdanos a lograr respeto. Somos trabajadoras sexuales y lo nuestro es un trabajo más”, le dijo una transexual que estaba dentro del grupo al exmandatario estadounidense.
Las manifestantes expusieron que las actuales leyes de EEUU oprimen a las trabajadoras sexuales y terminan siendo «una sentencia de muerte» por lo que solicitaron la legalización de la prostitución, que según ellas, acabaran con el SIDA y el VIH.
Las políticas de la actual administración Trump sobre el aborto, la prostitución y las ayudas internacionales han sido severamente criticadas por organizaciones no gubernamentales de EEUU.