Representantes de la sociedad civil venezolana que suelen criticar las políticas del presidente Nicolás Maduro se reunieron la noche del martes con el líder chavista en la sede del poder ejecutivo nacional.
El presidente Nicolás Maduro notificó en sus redes sociales sobre la reunión en el Palacio de Miraflores, en Caracas, la capital del país. No hubo declaraciones inmediatas de parte de voceros del gobierno ni de la sociedad civil, no obstante.
Participaron en la reunión Mariela Ramírez, de Date Letra; Luis Lander, director del Observatorio Electoral Venezolano; Ricardo Cussano, expresidente de la principal organización empresarial, Fedecámaras; Feliciano Reyna, de Acción Solidaria; y Pablo y Mauro Zambrano, de Fetrasalud y Monitor Salud.
El encuentro no es común en la política contemporánea de Venezuela. Maduro no suele mostrarse en público con dirigentes de organizaciones o partidos críticos, pero ha tenido reuniones desde hace meses con gobernadores o legisladores identificados como disidentes, señalados por los principales partidos opositores de haber sido “cooptados” por el chavismo.
El Foro Cívico, donde están agrupadas varias organizaciones defensoras de derechos humanos y que están a favor de la redemocratización del país, suele manifestarse públicamente en contra de las políticas del dirigente chavista.
Se identifica como un movimiento “plural e incluyente” que persigue la reinstitucionalización de Venezuela. Tuvo un representante en el comité de postulaciones de la Asamblea Nacional para la reforma judicial, un proceso criticado vehementemente por otros sectores de la oposición venezolana.
Mauro Zambrano, sindicalista delegado de trabajadores de clínicas y hospitales de Caracas, que por seis años ha liderado protestas contra el chavismo, precisó a la Voz de América que la reunión del martes se extendió por dos horas.
“La reunión será positiva cuando obtengamos respuestas de las autoridades de las exigencias que hicimos. De resto, nosotros seguimos en la calle luchando, como lo hemos venido haciendo”, declaró Zambrano, este miércoles.
«Una oportunidad»
El líder sindical interpretó las conversaciones cara a cara con Maduro como “una oportunidad para elevar la voz y denunciar la violación del derecho a la vida”. “Es importante que hoy el país tome un camino distinto”, agregó.
Los participantes, dijo, exigieron al oficialismo “no criminalizar la ayuda humanitaria” enviada por agencias internacionales y gobiernos extranjeros. “Que llegue a la gente que tiene que llegar sin tantas demoras”, expresó.
Zambrano ha participado en las protestas convocadas desde 2019 por el líder opositor Juan Guaidó, a quien 50 gobiernos del mundo reconocen como presidente interino. Alegó que su presencia en Miraflores no implica una postura de reconocimiento a uno o a otro como mandatario nacional.
“Se trata de que nosotros vamos a buscar soluciones con los actores. Lo político está en lo político. Fuimos llamados por Nicolás Maduro y estaremos donde haya que estar para buscar soluciones para los trabajadores”, manifestó.
Cussano, exlíder de Fedecámaras, dijo a la VOA que el encuentro en Miraflores estuvo marcado por “el respeto, el reconocimiento y la necesidad de que todos los actores tributemos a buscar soluciones sustentables para construir un espacio de coexistencia democrática, donde haya inclusión en las instituciones”.
Según el exvocero empresarial, predominó la idea de que las exigencias ciudadanas “no son demandas en favor de una u otra propuesta política, sino en demanda de construir mejor calidad de vida” en Venezuela”.
Hubo promesa de dar continunidad a lo conversado, especificó. “Que esto no sea, como ha ocurrido en el pasado, un encuentro único y puntual para la foto, para el momento coyuntural, sino que se pueda hacer seguimiento”.
Los temas tratados incluyeron el regreso a las negociaciones de México y un análisis geopolítico de la guerra entre Rusia y Ucrania, detalló.
“Es una oportunidad de mediar con los actores internacionales, pero también, de volver a reencontrarse con sus socios naturales de occidente, pero que esa posible reactivación de las relaciones occidentales no nos lleven a cometer los errores que se cometieron en el pasado con la renta petrolera”, indicó.
«Reformateo» del diálogo
Analistas reaccionar al encuentro de este martes entre Maduro y la sociedad civil como un acto divisionista. El politólogo Benigno Alarcón Deza opinó que Maduro ejecuta “de manera magistral” su estrategia de “divide y vencerás”.
Lo hace, escribió en Twitter, “con la ayuda de quienes se sienten fuertes al ser recibidos por el gobierno, sin enterarse de que lo único que se fortalece es la legitimidad del gobierno mientras se debilita la mediación de Noruega”.
Cusanno, por su parte, dijo comprender el escepticismo de parte de la sociedad venezolana sobre la trascendencia de esas conversaciones con Maduro.
“A los que nos toca liderar espacios o los que tenemos la oportunidad de decidir en espacios, creemos que todos los días hay una oportunidad para que las cosas se hagan como se tienen que hacer, porque quedarse sentado en casa, a la expectativa de que alguien te resuelva el problema, o construyendo fantasías o falsas verdades, no nos ha llevado a nada”, manifestó a la VOA.
Luego del encuentro con líderes sociales, Maduro atendió en Miraflores a los dirigentes de la plataforma política disidente de Guaidó, la Alianza Democrática. La oposición tradicional los llama “alacranes” y “traidores” y los acusa de “robarse” las tarjetas de varios de los principales partidos antichavistas.
Se pudo conocer que este jueves está previsto una reunión entre sindicalistas y el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, para debatir sus demandas en cuando a los derechos laborales en el país suramericano.
Tanto Nicolás Maduro como Jorge Rodríguez, quien ejerce como su jefe delegado para las negociaciones políticas, anunciaron el mes pasado que el chavismo busca el “reformateo” del proceso de diálogo en el país.
Ese nuevo proyecto, indicaron, comenzaría con consultas con sectores sociales, económicos y con factores políticos que no estaban representados en las conversaciones iniciadas hace ocho meses en Ciudad de México.
La idea es incluir a los actores de la nueva “foto” política de Venezuela tras las elecciones de noviembre, donde partidos disidentes de la plataforma que apoya al líder opositor Juan Guaidó sumaron cientos de miles de votos, varias alcaldías e incluso dos gobernaciones, explicó Rodríguez en marzo.
Voz de América