La ministra británica de Interior, Priti Patel, pidió el jueves «un esfuerzo internacional coordinado» para hacer frente a los grupos criminales que organizan cruces ilegales del Canal de la Mancha, tras la muerte de 27 migrantes en el naufragio de su embarcación.
Para evitar estos cruces, es necesario «abordar los efectos de atracción a largo plazo, acabar con las bandas criminales que tratan a los seres humanos como mercancías y atacar las cadenas de abastecimiento. Esto requiere un esfuerzo internacional coordinado», afirmó Patel ante los diputados, asegurando estar «en contacto constante» con sus homólogos europeos.
«Es un problema complicado y no existe una solución fácil», subrayó. «Supone un esfuerzo hercúleo y será imposible sin una estrecha cooperación entre todos los socios internacionales», agregó.
En una reunión con su homólogo francés, Gérald Darmanin, la ministra reiteró la oferta británica de enviar fuerzas para patrullar las costas francesas, hasta ahora rechazada por París por motivos de soberanía.
Patel aseguró que el Reino Unido ha dado a Francia «un apoyo decidido y generoso para detener este terrible comercio».
Por su parte, el secretario de Estado británico de Inmigración, Kevin Foster, subrayó que Londres está dispuesto a ofrecer «medios adicionales» a París, más allá de la ayuda financiera de más de 60 millones de euros (67 millones de dólares) ya acordada para reforzar la vigilancia de las costas del norte de Francia.
Ni la presión británica sobre sus vecinos franceses, ni las medidas radicales propuestas por el gobierno de Boris Johnson, como tramitar las solicitudes de asilo en terceros países, o incluso expulsar las pateras de aguas británicas, o el prometido endurecimiento de la ley de asilo, han logrado atajar estas peligrosas travesías del Canal de la Mancha.
Según cifras recopiladas por la agencia de noticias británica PA, más de 25.700 personas llegaron a Inglaterra en pequeñas embarcaciones desde principios de año, tres veces más que en todo 2020.
Según el ministerio del Interior británico, hasta septiembre se tramitaron 37.562 solicitudes de asilo, la cifra más alta desde 2004.