Reportaje de la Voz de América
Las ventas del Black Friday o Viernes Negro son todo un acontecimiento, que el año pasado reportó más de $850 mil millones de dólares, tanto en compras en tiendas como en línea, según la firma Mastercard SpendingPulse. Y este monto es sin contar la venta de automóviles.
Las grandes tiendas por departamento como Macy’s y Walmart o comercios especializados como BestBuy, insisten en atraer compradores a sus establecimientos, incluso abriendo sus puertas muy temprano el día de Acción de Gracias. Sobre todo ahora, que estamos en una era en la que internet parece haber robado el gusto por los tradicionales paseos en los centros comerciales.
“Vale la pena esperar. Hace mucho frío, mis manos están literalmente congeladas, pero no me importa. Esta es una gran oportunidad para ahorrar dinero”, aseguró Sam Levy, quien lleva horas esperando la apertura de sus tiendas preferidas.
Pero para los que no les gusta aguantar los fríos efectos del otoño, existen las compras en línea, que según Colin Morris, director de Adobe Analytics, siguen aumentando en popularidad.
«Yo creo que es por la conveniencia. Hay muchas opciones ahora tanto de optimización como de personalización de los productos, lo que es usado por las marcas para tratar de colocar el producto correcto frente al consumidor correcto. Además, existen muchos niveles de actuación que las grandes tiendas online pueden usar, como buenos descuentos, para atraer compradores», explica Morris.
Según la firma Adobe Analytics, las compras por internet llegaron a récords históricos el año pasado, aportando $6 mil 200 millones de dólares a la economía estadounidense, sólo el día de Viernes Negro. «Y este año esas cifras podrían superarse».