Tras dos años de “calma y cifras históricamente bajas”, el número de periodistas que perdieron la vida subió en 2022, en concreto un 18,8 % hasta situarse en 57, según documentó Reporteros Sin Fronteras (RSF) en su informe divulgado este miércoles.
La guerra en Ucrania “explica, en parte, este incremento”, de acuerdo al informe, ya que en los primeros seis meses hasta ocho periodistas fueron asesinado
Allí hubo casos, apunta RSF, como el del fotorreportero Maks Levin, que fue ejecutado “a sangre fría el 13 de marzo por soldados rusos” o el periodista de la cadena francesa BFM TV, Frédéric Leclerc-Imhoff, muerto por el impacto de un obús cuando cubría una operación de evacuación de civiles.
Pero la mayoría de las muertes, casi el 65 %, se han dado en “países en paz” y la región latinoamericana continúa siendo “la más peligrosa del mundo para los periodistas”.
Cerca de la mitad de los asesinatos del año (el 47,4 %) se registraron en suelo latinoamericano.
México, con once muertos (el 20 % del total global de 2022), Haití, con seis, y Brasil, con tres, fueron las naciones más mortíferas para la prensa.
RSF elabora anualmente este tipo de balances desde 1995 en base a datos recopilados entre el 1 de enero y el 1 de diciembre de su publicación. El cómputo total del balance 2022 incluye a periodistas profesionales y no profesionales, así como a otros trabajadores de los medios.
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