Los republicanos se unieron en gran medida en defensa del ex presidente Donald Trump tras la operación de registro y confiscación del mes pasado por parte del FBI en la propiedad del ex presidente en Palm Beach. Pero quizás ningún líder del partido lo ha hecho con tanta regularidad —o contundencia— como Marco Rubio.
El republicano de la Florida se ha convertido en el último mes en uno de los principales críticos del Partido Republicano contra la investigación del Departamento de Justicia, argumentando que no es más que una venganza política de los demócratas, desestimando las preocupaciones sobre la supuesta sensibilidad de los documentos buscados por el FBI en Mar-a-Lago y denunciando las filtraciones a los medios de comunicación que, según él, proceden del Departamento de Justicia.
Aunque algunos legisladores, incluidos los republicanos, se muestran reacios a hablar de la investigación en curso, el senador ha seguido adelante. Algunas de las críticas inflexibles de Rubio corren el riesgo de volverse contraproducentes a medida que se hace pública más información en medio de una investigación en la que todavía se desconocen muchas cosas.
Por ejemplo, en un principio expresó sus dudas sobre si el FBI estaba buscando material clasificado o solo buscaba lo que sus agentes pudieran encontrar, aunque los agentes de la ley catalogaron posteriormente los documentos incautados.
El esfuerzo de Rubio, vicepresidente de la Comisión de Inteligencia del Senado, ha llamado la atención de sus compañeros republicanos.
El miércoles, cuando se le preguntó sobre el registro y si los senadores con acceso a la información clasificada deberían ser informados al respecto, el líder del Partido Republicano en el Senado, Mitch McConnell, se mostró reticente antes de sugerir a los periodistas que hablaran con Rubio.
“Creo que el senador Rubio ha abordado ese asunto, así que tal vez deberían preguntarle a él”, dijo McConnell.
La defensa de Rubio de Trump es una extensión de su antiguo apoyo al ex presidente, a quien ha defendido constantemente desde que perdió ante él en las primarias presidenciales del Partido Republicano en 2016. Y se produce a pocos meses de la propia contienda de reelección del senador, donde se enfrenta a su oponente demócrata Val Demings.
En un comunicado, Rubio dijo que la administración del presidente Joe Biden “tomó medidas sin precedentes contra un ex presidente bajo el pretexto de alguna amenaza a la seguridad nacional.”
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