Los aliados del régimen de Nicolás Maduro, ante el desborde de la crisis venezolana, empiezan a rechazar la situación que está atravesando el pueblo.
El presidente de Rusía, Vladímir Putin, rechazó cualquier intención de injerencia extranjera en los asuntos internos del Venezuela, pero reconoció que la nación atraviesa por una crisis política, económica y social; y es el propio pueblo el que debe decidir sobre el futuro de Nicolás Maduro.
En un pleno sobre energía en Moscú, Putín dijo que «los venezolanos y nadie más en el mundo deberían decidir» sobre Maduro. En el evento estaba el vicepresidente de economia del regimen, Tareck El Aissami.
Putín reconoció que el país atraviesa por una grave crisis política, económica y social, y que “ningún recurso” que se emplee para influir en esta situación “debe deteriorar la situación de la población civil”.
Frente a un auditorio lleno de empresarios y políticos, Putín preguntó: “¿nos gusta que los venezolanos sufran? ¿queremos empeorarla a fin de derrocar al Maduro?” seguido de un rechazo al supuesto magnicidio del jefe de la dictadura venezolana.
«Hubo un acto de terror contra él (el presidente Maduro), un intento de asesinato. ¿Aprobamos este tipo de forma de lucha política?», expresó.