Este miércoles, se cumple un año de la masacre en la escuela primaria Robb en Uvalde, Texas. Los familiares de las víctimas todavía no obtienen respuestas del tiroteo, que dejó 19 niños y dos maestros muertos, causado por un joven armado de 18 años.
Un mes después del tiroteo, Joe Biden convirtió en ley un proyecto de armas bipartidistsa, la medida más importante que se ha aprobado en el Congreso en casi tres décadas, aunque no llega a las propuestas de control de armas más restrictivas que favorecen los demócratas. Esta legislación amplía el sistema de verificación de antecedentes para posibles compradores de armas menores de 21 años; reserva millones de dólares para que los estados puedan financiar programas de intervención, como salud mental y tribunales de drogas, entre otras medidas.
En julio de 2022, dos meses después del tiroteo, un informe realizado por legisladores texanos reveló que 376 agentes de agencias federales, estatales y locales acudieron rápidamente al sitio durante el ataque, pero “una toma de decisiones extremadamente mala” resultó en más de una hora de caos antes de que el tirador fuera confrontado y abatido.
El reporte es explícitamente condenatorio: “En Robb Elementary, los encargados de hacer cumplir la ley no se adhirieron a su entrenamiento de tirador activo y no priorizaron salvar vidas inocentes sobre su propia seguridad”.
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La investigación de la fiscal de distrito, Christina Mitchell, todavía no concluye si se deben presentar cargos contra los oficiales que esperaron durante más de una hora antes de ingresar al salón de clases donde el tirador se escondió. Mitchell dijo que tiene la intención de presentar cualquier evidencia de irregularidades criminales ante un gran jurado, pero pueden pasar meses.
Tampoco se completó aún un estudio médico para determinar si una respuesta más rápida podría haber salvado a alguno de los niños. El Departamento de Justicia también sigue trabajando en su investigación sobre la respuesta policial.
Además, se interpusieron desafíos legales sobre las autoridades en Uvalde que continúan ocultando registros públicos relacionados con el tiroteo y la respuesta policial.
Incluso el alcalde de Uvalde, Don McLaughlin, dijo que estaba frustrado por el ritmo de las investigaciones: “No tienen respuestas a preguntas simples que deberían tener”.
A un año de la masacre, el campus de Robb Elementary fue clausurado por el distrito escolar de Uvalde, y se espera la construcción de otra escuela. Mientras, los estudiantes fueron repartidos entre otras instituciones, que permanecerán cerradas el miércoles por el aniversario.
Los niños que sobrevivieron al atque fueron, de a poco, volviendo a las aulas. Algunos lo hicieron de manera presencial, pero otros optaron por la virtualidad, como una niña que debió pasar meses internada luego de recibir varios disparos.