Los vínculos entre Venezuela y Colombia no se restablecerán a corto plazo y los recientes pasos hacia una eventual regularización pudiesen tener un interés electoral, advierten analistas.
Este jueves, la Asamblea Nacional venezolana, de mayoría oficialista, nombró una comisión de 16 diputados para trabajar junto al Senado colombiano en la normalización de las relaciones diplomáticas, consulares y comerciales.
La decisión se tomó luego de que el presidente del Senado colombiano, Juan Diego Gómez, enviara una comunicación al presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, en la que propone crear una comisión bilateral para tal fin.
“Eso no es competencia del Senado, y tampoco es competencia de la Asamblea Nacional de Venezuela”, apuntó la analista internacional Giovanna de Michele a la Voz de América. «No tengo la menor duda de que eso pudo ser articulado entre un lobby de la Asamblea Nacional venezolana con el Senado colombiano».
“Dos países no restablecen relaciones diplomáticas y consulares si uno de ellos no está de acuerdo. Es un ejercicio absolutamente infructuoso desde el punto de vista diplomático”, apuntó de Michele.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, aplaudió la iniciativa parlamentaria: “Colombia y Venezuela tenemos que resolver nuestros problemas en paz”, dijo en una transmisión por el canal oficial de TV.
Pero la respuesta del presidente colombiano, Iván Duque, fue diametralmente opuesta, asegurando que no reconocería “una dictadura narcotraficante y corrupta”.
El 2015, Maduro ordenó cerrar el paso de vehículos en la frontera con Colombia y, en 2019, rompió relaciones diplomáticas con el gobierno de Duque, luego de que la oposición venezolana intentara hacer entrar al país ayuda humanitaria por la frontera.
A comienzos de octubre, el gobierno de Maduro anunció la reapertura comercial de la frontera con Colombia, tras retirar los obstáculos que había instalado en los puentes que comunican entre el estado Táchira (Venezuela) y el Departamento del Norte de Santander (Colombia).
Panorama electoral presiona revisión de lazos bilaterales
Ronal Rodríguez, investigador y vocero del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, en Colombia, dijo que las relaciones entre ambos países se encuentran en su peor momento.
“Tenemos relaciones diplomáticas, consulares, rotas y, de hecho, tenemos la frontera parcialmente cerrada. Cuando uno revisa toda la historia bilateral, nunca, ni siquiera en los momentos de las guerras federales o en los momentos de las dictaduras militares en uno y otro lado de la frontera habíamos tenido una relación tan negativa”, dijo el especialista a la Voz de América.
Esto, a su juicio, ha provocado que en la zona de frontera se rompieran “vasos comunicantes entre la comunidad”, afectando no solo en temas económicos, sino sociales e incluso personales, e indicó que los acercamientos suceden “a pesar de los gobiernos de Bogotá y de Caracas”, gracias a una presión ciudadana local a la que ahora se suma la legislativa.
“Recordemos que el Congreso colombiano se renueva el próximo mes de marzo, y a diferencia del presidente de la República, que ya es un presidente con el sol a la espalda, un presidente que está de salida, los congresistas que aspiran a ser reelegidos saben que no pueden despreciar, en el caso de los senadores, la votación de Norte de Santander, que es una votación tradicionalmente conservadora” explicó.
Rodríguez dijo que, aunque el proceso hacia la normalización ya se inició, será el próximo jefe de Estado colombiano quien “va a tener que trabajar en cómo reconstruir una relación”. Colombia escogerá nuevo presidente en mayo de 2022.
Luis Angarita, analista internacional y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), concuerda en que el panorama electoral ha presionado la revisión de los lazos bilaterales.
“Este pronunciamiento del Senado colombiano viene a formar parte del escenario político-electoral presidencial que va a tener Colombia, en donde, en las últimas elecciones, las regionales y las parlamentarias, el partido de Iván Duque vio un retroceso. Hay un crecimiento del centro, y pareciera que los centristas están llamando a no seguir con esta política de desconocer al poder de facto que tiene Venezuela”, explicó.
Angarita expone que “la frontera sigue teniendo una actividad” a través de los caminos terrestres y fluviales, controlados por grupos irregulares, y que es “imposible” que por solo una decisión política se congelen las relaciones. Agrega que el interés político-electoral no sería solo del lado colombiano.
“Abrir los puentes implicaría, por supuesto, ya un reconocimiento por lo menos informal de lo que son los dos países y sus dos actividades. Creo que del lado venezolano esta es una política que está impulsando Freddy Bernal, porque es el protector del estado Táchira y porque es el candidato a las elecciones regionales” del oficialismo, comicios programados para el próximo 21 de noviembre, indicó.
Situación actual de la frontera
A pesar de la reapertura comercial a inicios de mes, el presidente de la Cámara de Integración Económica Venezolana Colombiana (Cavecol), Luis Alberto Russián, dijo que aún no se ha dado ninguna operación formal en la frontera. Cree que el paso libre por los 2.200 kilómetros de frontera común es aún más importante en el momento que atraviesa el mundo a raíz de la pandemia del COVID-19.