La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvieron una llamada telefónica en la que abordaron temas clave de la agenda bilateral, entre ellos, los aranceles impuestos por Washington a sus principales socios comerciales.
Ambos mandatarios calificaron la conversación como “muy productiva”. A través de su red social Truth Social, Trump celebró el diálogo con Sheinbaum y destacó que “todas las naciones, incluida China, desean reunirse” con su gobierno para negociar sobre la política arancelaria. El republicano también mencionó reuniones con representantes comerciales de Japón e Italia.
Por su parte, Sheinbaum confirmó la conversación mediante su cuenta de X (antes Twitter) y aseguró que el diálogo continuará en busca de acuerdos que beneficien a ambos países. “Seguiremos dialogando para alcanzar buenos acuerdos que beneficien a nuestros países y nuestros pueblos”, escribió la mandataria, quien este jueves y viernes santo suspendió su tradicional conferencia matutina.
El día de ayer tuvimos una llamada con el presidente Trump. Como lo menciona en su cuenta, fue muy productiva. Seguiremos dialogando para alcanzar buenos acuerdos que beneficien a nuestros países y nuestros pueblos.
— Claudia Sheinbaum Pardo (@Claudiashein) April 17, 2025
La llamada ocurre en un momento clave, luego de que Trump suavizara su postura sobre los llamados aranceles “recíprocos”. El presidente estadounidense anunció una pausa de 90 días en la implementación de un arancel general del 10% para la mayoría de los países, mientras se desarrollan nuevas negociaciones. Sin embargo, endureció su posición frente a China, incrementando los aranceles hasta un 145% para algunas importaciones, aunque con excepciones temporales para celulares y componentes electrónicos.
El contexto de esta conversación también se vio influido por recientes declaraciones de Trump en las que afirmó que “México le tiene miedo a los carteles del narcotráfico” y ofreció ayuda para combatirlos. Sheinbaum respondió que la intervención de Estados Unidos “no es nueva” y que la colaboración en materia de seguridad ocurre “con respeto y sin subordinación”.