El presidente argentino Alberto Fernández dijo este martes que no hay delito que perseguir en el escándalo por la vacunación irregular contra covid-19 de 70 personas, incluidos políticos, y tachó de «payasada» las denuncias que se han presentado.
Fernández, quien se encuentra en México de visita oficial y participó en la conferencia matutina del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, dijo que el tema de las vacunas es «muy sensible» y que debe ser tratado «con absoluta seriedad» para no ser politizado.
«He leído que han hecho una denuncia (…)¡Terminemos con la payasada! Yo le pido a los fiscales y a los jueces que hagan lo que deben. No hay ningún tipo penal en Argentina que diga ‘será castigado el que vacune a otro que se adelantó en la fila’. No existe ese delito y no se pueden construir delitos graciosamente», dijo.
El escándalo de las llamadas «vacunas VIP» provocó la renuncia la semana pasada del ministro de Salud, Ginés González García y el presidente no descartó que vaya a pedir la renuncia de otros funcionarios.
«Se van a tener que ir los que se tengan que ir porque nunca promoví ni avalé nada de eso», dijo Fernández.
En la lista de 70 personas que recibieron la vacuna Sputnik V, divulgada por el gobierno, figura el mismo Fernández su ministro de Economía, Martín Guzmán, así como otros políticos y empresarios y periodistas.
Fernández y la vicepresidenta, Cristina Kirchner, fueron de los primeros en recibir la vacuna rusa Sputnik V. Ambos mayores de 60 años lo hicieron ante las cámaras para transmitir confianza.
«Yo me tuve que dar la vacuna porque los medios argentinos decían que no se podía confiar en la vacuna rusa», dijo Fernández. Justificó que era «estratégico» vacunar a otros altos funcionarios por el trabajo que desempeñan.
Fernández pidió que «sean estrictos» al analizar la lista de los beneficiados por las vacunas anticipadas porque «lo más miserable es hacer política con la desgracia, con la pandemia».
Con información de AFP