Un centenar de personas ha sido rescatado de entre los escombros dejados por el terremoto de magnitud 6.8 que, la jornada de este viernes, sacudió Esmirna, la tercera ciudad más importante de Turquía, luego de Estambul y Ankara.
El movimiento, que se extendió a lo largo y ancho de las costas del Egeo, haciendo temblar, incluso, a Grecia, ocasionó el colapso de 17 edificios, en territorio turco. Allí, las autoridades han confirmado el fallecimiento de, por lo menos, 25 personas.
Desde el puesto de mando de emergencia que se estableció en Esmirna, Murat Kurum, ministro de Medio Ambiente, precisó que el rescate es efectuado por cerca de 5.000 especialistas que, además, se encargan de bridar atención a la población que resultó afectada.
Los trabajos se llevan a cabo en medio de una profunda incertidumbre. Hasta el momento, no existe certeza de cuántas personas podrían permanecer debajo de los amasijos de hierro y cemento, a los que quedaron reducidas las edificaciones.
De ser encontrados con vida, esos individuos engrosarían la lista de heridos que, de acuerdo con los últimos reportes, está conformada por 743 víctimas.