La intensa negociación diplomática de esta semana entre occidentales y rusos para tratar de evitar lo peor en Ucrania no ha dejado nada claro y deja las opciones entre el bloqueo o un conflicto probable.
Rusia, que concentró cerca de 100.000 hombres en la frontera con Ucrania, sigue exigiendo un compromiso de la OTAN de que nunca integrará a esta exrepública soviética en sus filas.
Frente a la «presión máxima» rusa, Estados Unidos se muestra «lista a todo tipo de alternativas», hasta represalias económicas y financieras «duras».
Y para cerrar la semana, Ucrania fue objetivo el viernes de un ciberataque masivo no reivindicado que bloqueó una parte de sus sitios gubernamentales.
– ¿Y ahora? –
Tras las negociaciones diplomáticas en Ginebra, Bruselas (OTAN) y Viena (OSCE), los rusos exigen sin dilaciones una respuesta a sus reivindicaciones.
Rusia no ve dónde está la utilidad de realizar nuevas conversaciones «en los próximos días» y espera respuestas escritas de los occidentales.
Estados Unidos rechaza, por su parte, todas las peticiones rusas sobre la OTAN, lo que conduce de facto a Europa a los equilibrios geopolíticos de 1991 cuando cayó la Unión Soviética (URSS).
Estados Unidos propone iniciar «procesos» de negociaciones centrados en el control de los armamentos y la limitación de los ejercicios militares, fuentes recurrentes de tensiones. Lo que para los rusos es totalmente insuficiente a este nivel.
«Estamos en un impasse. En el estado actual de las cosas, las posiciones rusas y estadounidenses son irreconciliables», considera Melinda Haring, directora adjunta del centro estadounidense Eurasia, en una nota de análisis.
«La decisión de continuar o no las discusiones será tomada por Vladimir Putin y nadie sabe por ahora cual será», subraya Marie Dumoulin, experta en Rusia y Europa del este en el Consejo europeo de Relaciones internacionales (ECFR).
– ¿El riesgo de una guerra en Ucrania sigue presente? –
La guerra es «desgraciadamente más probable», dice Haring en Washington. Hay que esperar «una nueva exacerbación de la crisis pasando por la fuerza», señala Dmitri Trenin en el sitio de Carnegie Center en Moscú.
Para Francois Heisbourg, consejero especial en la Fundación de la Investigación Estratégica (FRS) en París, «la situación es totalmente volátil» y el «riesgo de guerra elevado».
El negociador ruso, Serguéi Riabkov, aseguró sin embargo el lunes en Ginebra que los rusos no tenían la intención «de atacar a Ucrania».
Pero una intervención militar podría tomar otras formas, destaca Maxim Suchkov, director del Instituto de estudios internacionales en la universidad MGIMO en Moscú.
Cuando Putin agita la amenaza de una respuesta «militar y técnica», puede pensar por ejemplo en el «despliegue de misiles en el Donbás o en Crimea», indica Suchkov en un análisis aparecido en el sitio warontherocks.com.
Podría tratarse de «tomas territoriales» limitadas para comunicar Donbás, bajo control de los separatistas prorrusos, a la Crimea anexada en 2014 por Rusia, agrega François Heisbourg.
Según la inteligencia estadounidense, los rusos «no han tomado aún una decisión definitiva» sobre una eventual invasión.
– ¿Más claras las intenciones de Putin? –
Para Dumoulin, los rusos mantienen la «presión máxima para obtener más», pero «el escenario de la intervención militar no es el más probable» pues su «costo militar, político, financiero y humano» sería considerable.
Las contrapropuestas estadounidenses sobre el no despliegue de misiles en Europa o la limitación de los ejercicios militares hacen parte desde hace tiempo de sus reivindicaciones.
«Saben que en caso de intervención militar en Ucrania, no obtendrán más que sanciones masivas y una ruptura de facto de todas sus relaciones con los países occidentales», considera Dumoulin.
Putin denuncia por su lado la política de contención de su país, una obsesión histórica rusa, y reclama desde hace tiempo «garantías de seguridad» a los occidentales.
Según Suchkov, Estados Unidos, totalmente centrado ahora en su rivalidad con China, podría tener «interés en una relación estable y previsible» con Rusia y en una «arquitectura de seguridad en Europa que le facilite enfocarse en el asunto Indo-Pacífico». Es la apuesta del Kremlin, puntualiza.
– «Europa maniobra para defender sus intereses»
Ya sea en la OTAN o en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), «los europeos maniobran para defender sus intereses», aseguró el ministro francés de Relaciones Exteriores Jean-Yves Le Drian.
«Recibimos la garantía de que nada será decidido ni negociado sin los europeos y la coordinación con los estadounidenses es absolutamente perfecta», señaló el jefe de la diplomacia europea, el español Josep Borrell.
AFP.