Tres años después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propiciara la renegociación del acuerdo comercial entre su país, México y Canadá, entra en vigor el T-MEC, la nueva versión del acuerdo.
En un comunicado de la Casa Blanca por la entrada en vigencia del tratado, aseguran que significará “un crecimiento económico más fuerte, más empleos para los trabajadores estadounidenses y un comercio más justo para nuestro país”.
El texto agrega que los agricultores estadounidenses tendrán acceso a mercados más justos, además de fortalecer la manufactura, incentivando la inversión en empleos.
“Es el acuerdo comercial más grande, justo y equilibrado jamás negociado y contiene disposiciones innovadoras para ayudar a hacer crecer la economía y apoyar los empleos estadounidenses”, aseguró el presidente Donald Trump en un comunicado.
Trump agradeció el esfuerzo de México y Canadá por fortalecer los «lazos económicos (de la región) mientras trabaja para combatir la pandemia de coronavirus”.
En el documento, Trump confirma la reunión con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrado, el 8 de julio para hablar sobre “comercio, salud y otros temas”.
Este nuevo acuerdo entra en vigor en un momento de crisis por la pandemia del coronavirus, en que el Fondo Monetario Internacional pronostica un descenso del 12% en el comercio internacional.
Ildefonso Guajardo, quien estuvo al frente de las negociaciones del nuevo acuerdo comercial por el bando mexicano, durante su etapa como secretario de Economía, advierte de la inestabilidad que traerán los rebrotes de COVID-19 en cualquiera de los tres países firmantes del tratado.
“Eso nos va a tener en una montaña rusa de comportamiento y eso le va a meter muchísima variabilidad a nuestra integración productiva”, dijo Guajardo.
El director del área de Latinoamérica del centro de pensamiento Atlantic Council, Jason Marczak, ve con preocupación los efectos que la pandemia pueda tener sobre la cadena de suministros.
“La pandemia continuará provocando el cierre parcial o completo de fábricas debido a inquietudes de salud pública o a la exposición de trabajadores al Covid. Eso alterará la cadena de suministro que, al mismo tiempo, ya está sufriendo una reconfiguración para adaptarse a la nueva realidad del T-MEC”, indica Marczak.
Con información de VOA