Donald Trump volvió a presentarse este jueves en el juicio civil por fraude financiero instruido en Nueva York contra su empresa familiar, para repetir que es víctima de un proceso injusto.
El expresidente estadounidense está acusado, junto con dos de sus hijos, Donald Jr y Eric Trump, de haber inflado en miles de millones de dólares el valor de los activos inmobiliarios de la empresa familiar Trump Organization en la década pasada para obtener créditos bancarios ventajosos.
La familia Trump refuta que haya cometido fraude alguno.
Antes del inicio de la vista, Donald Trump arremetió en las redes sociales contra estas acusaciones, al asegurar que «el caso estaba decidido en su contra incluso antes de empezar».
Durante el juicio, el expresidente, favorito en las primarias republicanas para la elección presidencial de 2024, acusó en varias ocasiones al juez Arthur Engoron, que instruye el caso, de estar «loco, totalmente desequilibrado y peligroso» y de «hacerle el trabajo sucio al Partido Demócrata».
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También acusó a la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, de «corrupta» y «racista».
Donald Trump, que declaró en el caso el 6 de noviembre y está previsto que vuelva a intervenir como testigo el 11 de diciembre, asistió el jueves a la vista como espectador.
Vestido con un traje azul marino, dijo, a su llegada al tribunal, ser de nuevo víctima de una «caza de brujas».
«Es una caza de brujas y es un juicio muy corrupto», declaró a la prensa.
En la sala, el expresidente examinaba documentos mientras sus abogados interrogaban a Eli Bartov, un profesor de contabilidad que aportó pruebas en su favor.
Este juicio es sólo uno de los calvarios judiciales que esperan a Donald Trump. A partir de marzo deberá comparecer ante un tribunal federal de Washington por sus presuntos intentos de revertir el resultado de las elecciones de 2020, en las que fue derrotado por el demócrata Joe Biden.
AFP