Donald Trump y su antiguo vicepresidente Mike Pence, dos posibles candidatos republicanos a las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos, celebraron el viernes mítines rivales en Arizona.
Los dos políticos, que gobernaron juntos en la Casa Blanca, han intensificado su rivalidad desde que Pence se negó a bloquear la certificación de la victoria electoral del actual mandatario estadounidense, Joe Biden, en 2020.
Ahora apoyan a candidatos rivales para las elecciones a gobernador de este estado del suroeste de Estados Unidos.
Este duelo a distancia en Arizona — Pence en la capital, Phoenix apoyando a Karrin Taylor Robson y Trump en Prescott Valley para respaldar a Kari Lake– se produce un día después de nuevas revelaciones sobre la situación del exvicepresidente durante el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
Pence, que estaba allí para supervisar la certificación de los resultados electorales, tuvo que esconderse para poder escapar de los manifestantes violentos, como otros muchos congresistas, tanto demócratas como republicanos.
Sus guardaespaldas «comenzaron a temer por sus vidas» y a «despedirse de sus familias», contó un funcionario de la Casa Blanca bajo anonimato durante una audiencia del Comité de la Cámara de Representantes que investiga el asalto.
Durante horas Trump se negó a pedir a sus seguidores que abandonaran la sede del Congreso e incluso criticó al vicepresidente en un tuit por no querer bloquear la certificación, lo cual atizó aún más la furia de los manifestantes.
El viernes del viernes de Trump forma parte de una campaña para impulsar a sus candidatos preferidos de cara a las primarias republicanas, antes de las elecciones de noviembre.
En julio, el expresidente asistió a un evento en Alaska para apoyar a Kelly Tshibaka, aspirante a reemplazar a la senadora titular de ese estado, Lisa Murkowski.
– Un duelo –
En Arizona, un estado que Trump perdió por un estrecho margen en 2020, el exmandatario republicano apoya a Kari Lake, una candidata a la gobernación que apoya su tesis de un supuesto fraude en las elecciones.
«No vamos a seguir aceptando más corrupción, y no aceptaremos más elecciones amañadas», dijo Lake en el acto político.
El expresidente empezó su discurso enfocándose en la inmigración, un tema mayor de campaña en ese estado que tiene una extensa frontera con México.
Pero no tardó en mencionar las elecciones de 2020.
«Las elecciones fueron robadas y amañadas y ahora nuestro país está siendo destruido sistemáticamente», dijo Trump a la multitud.
De su lado, Pence hizo paradas en Phoenix y en el sur de Arizona para apoyar la aspirante a gobernadora Karrin Taylor Robson, una republicana más tradicional que también cuenta con el respaldo del gobernador de ese estado.
Pence, bajo los ataques de Trump, se ha posicionado como un conservador religioso y de principios, pero ha declinado atacar en sus intervenciones al expresidente de forma directa, aunque durante el mitin condenó la fijación de Trump y Lake en el tema de las elecciones de 2020.
«Si el partido republicano se deja consumir por los reclamos de ayer, vamos a perder», dijo el ex vicepresidente.
Continuando su discurso, Pence dijo estar enfocado en las elecciones de noviembre de 2022 mientras también alabó los logros políticos en cuatro años de la «administración Trump-Pence»
«Luego, en 2023, miraremos a nuestro alrededor», había dicho Pence al medio National Review el año pasado. «Iremos donde nos llamen».
AFP