El gobierno turco aprobó un impuesto extraordinario a unas 22.000 empresas para contribuir a costear los 84.000 millones de dólares (79.400 millones de euros) en daños que se estima han causado los terremotos del mes pasado, y que han dejado 46.000 muertos.
La nueva tasa, aprobada la pasada la noche en el Parlamento, solo se aplica a ingresos empresariales, no a salarios, y equivale al 10 % del monto total de exenciones y rebajas en la declaración de la renta referida al año 2022.
Las empresas radicadas en las 11 provincias afectadas por los sismos del 6 de febrero están exentas de este pago, si alegan fuerza mayor, explicó el ministro de Economía turco, Mustafa Elitas, en su cuenta en Twitter.
Según el ministro, se calcula que unas 22.000 empresas serán afectadas por esta disposición legal, que solo se aplicará este año.
Por otra parte, los pagos de ayuda en dinero o especie que las empresas hagan a trabajadores afectados por el terremoto estarán exentos de impuestos hasta un montante de unos 2.500 euros, según la misma ley.
La confederación empresarial turca Türkonfed estimó el mes pasado el daño económico de los terremotos en unos 84.000 millones de dólares.
La confederación parte de una estimación de 72.000 muertos, aunque la cifra oficial se mantiene actualmente en 46.000, si bien no está claro si aún podrá aumentar conforme avance la retirada de los escombros, que apenas ha comenzado.