Este viernes, mientras se desarrollaban las protestas raciales en Hollywood por el caso de Breonna Taylor, los conductores de una camioneta y un automóvil arremetieron contra los manifestantes y dejaron al menos dos personas heridas en incidentes separados, informaron las autoridades.
Hasta el momento, las protestas en Los Ángeles y en otras ciudades de Estados Unidos siguieron a la decisión de la fiscalía general de Kentucky de no formular cargos de homicidio contra ninguno de los agentes policiales involucrados en un allanamiento, en marzo, en el cual la policía acribilló y mató a la joven mujer negra.
Manifestantes se congregaron al anochecer en las avenidas Sunset y Seward, impidiendo el tráfico, cuando el conductor de una camioneta azul aceleró y atropelló a dos personas que fueron llevadas al hospital con lesiones leves, una de ellas en ambulancia y la otra en un vehículo particular.
A través de las redes sociales, los videos fueron difundidos, mostrando el vehículo que se detuvo durante unos segundos después de arrollar a uno de los manifestantes, y luego aceleró alejándose del lugar.
El Departamento de Policía de Los Ángeles, que detuvo al luego al conductor del vehículo, informó de que éste se había enzarzado en un altercado con los manifestantes e «intentó alejarse de la situación».
El otro incidente se produjo más tarde, cuando cientos de manifestantes se habían congregado en los bulevares Cahuenga y Hollywood, lo que obligó a los conductores a detenerse.
Pero el conductor de un Prius blanco intentó cruzar entre ellos. Los manifestantes golpearon el vehículo que avanzó media cuadra hasta que una camioneta negra, con varias personas a bordo, lo interceptó, y un automóvil Mustang lo bloqueó por detrás.
Los manifestantes de la camioneta y en el Mustang rodearon el Prius y la emprendieron a golpes hasta que una persona rompió la ventana trasera arrojando una bicicleta.
El conductor del Prius logró escapar del sitio y la policía lo detuvo más tarde en el bulevar Santa Mónica.
Las protestas en Estados Unidos contra la violencia policial han continuado en todo el país desde que el 25 de mayo en Mineápolis el afroamericano George Floyd murió bajo custodia de la policía, y se han reavivado por la decisión judicial de no procesar por homicidio a ninguno de los agentes implicados en la muerte de Breonna Taylor en Luoisville (Kentucky). EFE