Reportaje de La Voz de América
La Conferencia Mundial de la Crisis Humanitaria en Venezuela comenzó el jueves en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington.
El evento convocado por el presidente interino Juan Guaidó busca soluciones y apoyo cuando arrecia la presión sobre el presidente en disputa, Nicolás Maduro, para que deje pasar la ayuda humanitaria retenida en Colombia. Reúne a 60 delegaciones internacionales.
«El drama que se está viviendo en Venezuela afecta a todos los venezolanos sin importar su condición social y ese es el centro del debate de nuestra lucha (…) es el dolor que hay que parar en este momento en nuestro país y por eso esta conferencia de poner el énfasis en la profunda crisis humanitaria que es la peor que ha vivido en la historia reciente este continente, dijo el embajador encargado en EE.UU., Carlos Vecchio.
El diplomático dijo además que la ayuda humanitaria debe verse como «un alivio» pero advirtió que deben ir por más: «No hay manera de avanzar en la recuperación si no cesa la usurpación (…) Luchar para que cese la ursurpación y un gobierno de transición para poder llamar a elecciones libres y transparentes».
Vecchio reafirmó que «la estabilidad del sistema democrático» es clave para «establecer el sistema económico».
Además de Vecchio en la conferencia del jueves participan como panelistas el propio Guaidó vía Skype; el nombrado representante especial ante la OEA, Gustavo Tarre Briceño; el secretario general de la OEA, Luis Almagro y el coordinador del Grupo de Trabajo de la Crisis de Migrantes y Refugiados venezolanos de la OEA, David Smolansky.
También estará presente Lester Toledo, coordinador internacional para la ayuda humanitaria, los diputados de la Asamblea Nacional Miguel Pizarro, José Manuel Olivares y Manuela Bolívar. Además como panelista asiste Francisco Valencia, director de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (CODEVIDA).
La convocatoria busca «seguir sumando esfuerzos de gobiernos, sector privado y organizaciones sin fines de lucro para la ayuda humanitaria que irá dirigida a aliviar el sufrimiento de millones de venezolanos».
«Hoy vamos a tener anuncios muy importantes en esta primera conferencia internacional sobre ayuda humanitaria», dijo a periodistas previo al inicio de la conferencia Gustavo Marcano, miembro del cuerpo diplomático nombrado por Guaidó en EE.UU.
Marcano reiteró que la ayuda humanitaria ya empezó a llegar a Venezuela: «Mientras el régimen usurpador hacía un show político con muy poca gente en la frontera de Venezuela, ya Guaidó hacía una primera entrega a instituciones ligadas a la iglesia, de medicamentos necesarios para atender la emergencia humanitaria que tenemos».
Olivares hizo un recuento durante la conferencia de la crisis sanitaria que vive la nación. Como médico ofreció indicadores de la grave situación, que incluye según dijo a más de 40.000 pacientes de cáncer sin tratamiento, 70.000 enfermos de VIH/SIDA sin antirretroviral. Falta, -dijo-, el 82 % de antibióticos y 70 % de medicamentos contra la hipertensión arterial. El 68 % de las salas quirúrgicas no funcionan, explicó.
Además dijo que de 2.500 niños con padecimientos cardiovasculares que debieron operarse el pasado año, solo tuvieron cirugías 200 de ellos.
Olivares explicó que la Asamblea Nacional decretó la crisis humanitaria en enero de 2016: «Quiere decir que esto no es un tema de última hora improvisado sino que ha sido una lucha de la visión de la política, de que la política nunca más sea un instrumento de dominación, de odio, de muerte, sino sea una herramienta para servir».
«Hoy mientras hablamos en este sitio, siguen muriendo venezolanos por falta de medicina», dijo Olivares, quien lidera la coordinación de la ayuda humanitaria internacional solicitada por Guaidó.
La conferencia llega un día después de la reunión entre el presidente Donald Trump y su homólogo de Colombia, Iván Duque, quienes abordaron la actual crisis política que vive Venezuela y fustigaron a Maduro, instándolo a que deje entrar la ayuda de EE.UU. consistente en grandes cantidades de alimentos y medicamentos.
¿En qué consiste la ayuda humanitaria de EE.UU.?
Según la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el objetivo de la primera fase de ayuda es atender las principales necesidades, establecidas por el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, como alimentos de emergencia y suministros de salud.
- Kits de alimentos: aceite vegetal, harina, lentejas y arroz, para más de 5.000 venezolanos durante 10 días.
- Kits de higiene: jabón, cepillos de dientes y pasta de dientes, y otros artículos de higiene personal, para más de 7.500 venezolanos por 10 días.
- Suplementos nutricionales de alto valor proteico y energéticos para tratar a aproximadamente 6.700 niños venezolanos con desnutrición moderada, durante casi dos meses.
- Galletas energéticas, las cuales contienen vitaminas y minerales, para 10.000 escolares venezolanos por un mes.
- Kits médicos de emergencia con suministros y productos farmacéuticos para una población de 10.000, en hospitales y centros de salud comunitarios, durante 90 días.
Los gobiernos de EE.UU. y Colombia han sido clave en visibilizar y tomar acciones para poner fin a la crisis en Venezuela. La convocatoria de Guaidó el jueves se produce tras la primera audiencia en el Congreso estadounidense sobre Venezuela, a la que asistió en encargado especial de EE.UU. para asuntos de Venezuela, Elliott Abrams.
Además alude a que las carencias han provocado un éxodo de 3.3 millones de venezolanos, quienes han salido del país generando «la mayor crisis de refugiados y migrantes en la región».
Guaidó ha prometido que pese a la negativa de Maduro, la ayuda humanitaria entrará a Venezuela el próximo 23 de febrero.
Maduro niega que exista una crisis humanitaria y ha catalgogado de «show» y un pretexto para justificar una eventual intervención extranjera la iniciativa de Guaidó, quien ha movilizado a gobiernos del mundo en torno al problema.
La controversia es parte de la crisis política que mantiene en vilo a los venezolanos. Maduro asumió el 10 de enero un segundo mandato pese al rechazo dentro y fuera de Venezuela tras las elecciones de mayo que fueron catalogadas de «fraudulentas».
Guaidó, quien además lidera la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, asumió el 23 de enero como presidente interino de la nación, y cuenta con el apoyo de Washington, la mayoría de los países de la región y naciones europeas.