Lo que siempre significaba un día de fiesta nacional, por celebrarse el día de la firma del acta de Independencia de Venezuela, se ha convertido en un día gris. Venezuela hoy vive, lo que se supone, como la peor crisis humanitaria que haya registrado la historia contemporánea de ese país.
Millones de venezolanos han huido por las fronteras, otros miles mueren de hambre, más todos aquellos que no han podido sobrevivir por falta de atención médica o de un medicamento.
La resolución aprobada este jueves por el Parlamento Europeo determina que el 87 % de los venezolanos que aún permanecen en su país viven en la pobreza, de los cuales más del 60 se encuentran en pobreza extrema, es decir no hacen ni una comida al día.
Casos de desnutrición inundan a diario las páginas de la prensa local y extranjera. Sumado a las cientos de denuncias de personal médico que muestran la realidad que se vive en los centros asistenciales del país suramericano. Una situación que organismos internacionales, como la Organización de Naciones Unidas, ha calificado como crisis humanitaria.
Quienes aún viven en territorio venezolano deben ingeniárselas para sobrevivir. La hiperinflación que existe en Venezuela supera cualquier índice en la región. Según el último informe de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional la inflación registrada hasta el mes de mayo alcanzo el 1900% de incremento. Mientras que para cubrir la cesta básica, una familia promedio necesitaría más de 300 millones de bolívares (unos 100 dólares en el mercado negro) para poder vivir.
Una situación que indudablemente empaña cualquier celebración este 5 de julio. Aunque el régimen madurista organiza el tradicional desfile militar, para mostrar su poderío, el venezolano de a pie debe buscar la manera de sobrevivir en lo que se ha convertido en el día a día en el país suramericano.
Este jueves, mientras en Venezuela se celebra el Día de la Independencia, en el Parlamento Europeo se aprobó con 455 votos a favor, una resolución sobre la crisis migratoria de Venezuela, situación que afecta a países vecinos, como Colombia y Brasil, donde los Eurodiputados estuvieron la pasada semana constatando las condiciones de los refugiados en la frontera.
Simultáneamente, 90 ONG pidieron a el Consejo de DDHH de la ONU actuar ante la espiral de violación de derechos que se vive en Venezuela, a la par de la denuncia de 53 países miembros (12 de América, 36 de Europa y 5 de Asia y Oceanía) de la «violación sistemática de los derechos humanos y el resquebrajamiento del orden democrático y el Estado de derecho» en país caribeño.