Una negociación con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Eso es, a juicio de John Marulanda, lo que se cocina desde el Ejecutivo que lidera el presidente colombiano, Iván Duque.
Para el analista hay elementos que permiten afirmar que Duque allana el terreno, con la intención de abrirle paso a un proceso de pacificación similar al que se desarrolló entre 2012 y 2016, y que culminó con la desmovilización de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El primero de esos indicios, apunta Marulanda, se encuentra en el reportaje divulgado hace tres días por la revista colombiana “Semana”.
El trabajo, que sitúa a alias “Iván Márquez”, alias “Jesús Santrich”, alias “El Paisa” y alias “Romaña” en suelo venezolano, contiene fotografías exclusivas en las que se aprecia a los jefes guerrilleros, quienes abandonaron el Acuerdo de Paz de La Habana.
Para John Marulanda, el reportaje busca crear un clima de opinión que satanice a los comandantes disidentes y que limpie la cara de los líderes insurgentes que se pacificaron o que estarían dispuestos a hacerlo.
“Lo que hizo la revista ‘Semana’ fue filtrar un ultra secreto documento (…) en el cual se trata de demostrar que los que están en La Habana son unos ‘chicos buenos’ que rechazan a los que están en Venezuela”, comentó el especialista.
El segundo indicativo de una eventual negociación radica, según el experto, en el pedido realizado por el ex presidente Juan Manuel Santos a la recién posesionada administración Biden. De acuerdo con Marulanda, el ex mandatario solicitó a Washington levantar o, cuando menos, relajar las sanciones contra la isla de Cuba.
Si ello ocurriera, considera Marulanda, la capital cubana podría convertirse, por segunda vez en su historia, en la sede de unas conversaciones de paz entre un grupo guerrillero colombiano y el Gobierno de ese mismo país.
Por último – y como tercer indicio que permite sospechar sobre un proceso de pacificación en puertas – se encuentra la carta dirigida al Ejecutivo de Colombia por el embajador de Cuba en Bogotá.
En ese escrito, apunta John Marulanda, el diplomático advierte sobre un posible atentado que estarían gestando representantes del ELN en suelo colombiano, sin el conocimiento o la anuencia de la dirigencia que está radicada en la isla caribeña.
“Lanzar una carta simplona, elemental, de un tipo que se dice que es un duro del G2 [cubano] (…) claramente nos muestra que allí hay un interés, allí hay una componenda, allí hay una estrategia, allí hay una maniobra”, concluyó el especialista.